The speaker discusses the presence of evil spirits in people's lives and the importance of addressing mental health issues. They emphasize the need for both spiritual and professional help. The speaker also talks about the increasing number of homeless individuals and the impact of mental illness on their lives. They urge listeners to seek medical assistance for mental health problems and not rely solely on prayer. They highlight the importance of turning to Jesus for help and not relying solely on human messengers.
Gloria sea el nombre de Dios y continuamos con esta superanomación, la Casa del Alfarero. El dÃa de hoy estamos estudiando la Palabra de Dios en el libro de Marcos capÃtulo 5, donde hemos estado hablando acerca de aquel hombre endemoniado. Gloria sea el nombre del Señor. Entonces, hablando de esto, ¿pueden las personas estar o estar bajo la influencia de un espÃritu impuro el dÃa de hoy? Sabemos que eso fue en los tiempos de Jesús, pero la pregunta es, ¿si puede una persona del dÃa de hoy ser atormentada, ser influenciada por un espÃritu inmundo? Y no hay algo que me diga que no.
Gloria sea el nombre de Dios. Hemos visto personas que salen en la noticia diciendo, el diablo hizo que yo hiciera esto. Gloria sea el nombre de Jesús. Porque a veces hay personas que oyen voces en sus mentes que le dicen que hagan cosas o que se porten de tal forma. Y por esa razón podemos decir que sà hay espÃritu inmundo que entran en la vida de las personas para hacerle daño. Y muchas veces nosotros queremos tomar el paso más fácil.
Queremos venir, vamos a orar por esta persona, vamos a ungirla con aceite para echar fuera el demonio. Pero podemos echar fuera el demonio un millón de veces. La persona necesita estar sana mentalmente. Sà se puede orar por liberación. Sà se puede orar para que Dios reprenda al espÃritu inmundo, pero también hay que orar por la sanidad mental. Y si no podemos orar y que la gente, esa persona sea sanada, necesitamos ver cómo podemos ayudarle. Sà podemos ayudarle porque hay veces que no podemos ayudar a estas personas.
Para eso tenemos doctores, tenemos psicólogos, tenemos psiquiatras que pueden darle un buen medicamento a estas personas para que esta persona se siente mucho mejor. Entonces, Gloria sea el nombre de Dios, dice la palabra de Dios que este hombre tenÃa un espÃritu inmundo, no solamente un espÃritu, tenÃa una legión de espÃritus, unos espÃritus que se aprovechaban de él, posiblemente la enfermedad mental que él tenÃa era muy grave, era muy, muy, muy difÃcil. Y por eso tantos demonios se aprovechaban de él.
Quiero decirle con esto que nosotros tenemos que cuidar nuestra salud mental y debemos cuidar la salud mental de nuestros hijos también. No podemos, Gloria sea el nombre de Dios, permitir que los errores de la gente dañen nuestra salud mental. ¿Por qué razón vivÃa este hombre entre las tumbas? Era porque no tenÃa dónde vivir. Yo le estaba hablando acerca de la población de desamparados, como ha aumentado cada dÃa más en los Estados Unidos y parece que se ha de poner peor si los precios de las casas no bajan.
Más personas tendrán que entregar sus casas e irse a vivir debajo de los puentes. ¿Verdad? Y aunque hay personas que el dÃa de hoy no viven debajo de un puente, pero viven arrimados, lo que nosotros conocemos como arrimado en un familiar, en una amistad, porque la economÃa se ha puesto tan difÃcil y tan mala, Gloria a Dios, y conseguir apartamentos y casas se ha puesto tan difÃcil, Gloria a Dios que cada vez más personas están quedando sin hogares.
Este hombre por sus problemas mentales era que vivÃa afuera, no tenÃa un hogar. TenÃa que vivir con los muertos en los cementerios, Gloria, donde nadie le molestara. Hay muchas personas que son homeless o desamparadas al dÃa de hoy por las decisiones que han tomado por entrar a un vicio y el dÃa de hoy hay tantas drogas y las drogas están tan, y las pastillas tan fácilmente disponibles y lamentablemente se está trayendo cada dÃa más daño, cada dÃa más maldad a nuestra sociedad, más sufrimiento y cada dÃa más las personas teniendo que ir a vivir a las calles.
Tiene una persona atada por los demonios, fuerza sobrenatural, y vemos que este hombre tenÃa fuerza sobrenatural para romper los grilletes, para romper las cadenas. Muchas veces nosotros nos sorprendemos fácilmente por las fuerzas sobrenaturales. No porque algo sea sobrenatural quiere decir que sea bueno. Por eso es que nos dejamos engañar a veces. Hay personas que van donde un brujo porque el brujo tiene una fuerza sobrenatural por los demonios que tienen y nosotros pensamos que porque es una fuerza sobrenatural es algo bueno o que es algo que viene de Dios, pero esos espÃritus inmundos, esos demonios solamente hacen daño, solamente vienen para robarte la paz, para engañarte.
Ellos te hacen pensar que te están ayudando cuando en realidad solamente están trayendo sufrimiento, dolor a tu vida, a la vida de los demás y a la vida de tus familias. Hay personas que le mandan brujerÃas a otras personas y hacen gran daño porque estos demonios hacen gran daño. No sé por qué Dios los permite, pero Dios los permite porque Él nos da libre albedrÃo a todas sus criaturas. Él no se involucra. Dios no se involucra en todas las decisiones que nosotros tomamos.
Sà Él lo hace en algunas ocasiones, pero no siempre para que nosotros tengamos la libertad. Pero si estamos siendo atacados por algún problema espiritual, debemos buscar la ayuda de Dios o algunos de nuestros hijos debemos orar, debemos clamar al Señor. La Biblia dice, clama a mÃ, yo te responderé y te mostraré cosas grandes y ocultas las cuales tú no conoces, porque estos espÃritus tienen fuerza sobrenatural. Estos espÃritus inmundos sà pueden hacer daños, ¿verdad? Pero las personas que invocan a esos demonios vemos que son las personas que sufren más y que la pasan peor, porque eso es lo que el pecado trae a nuestra vida.
Gloria sea el nombre de Dios. Entonces, ¿por qué razón se hacÃa tanto daño a sà mismo este hombre? Este hombre se hacÃa daño, ¿verdad? Porque ya él estaba muriendo diariamente, mentalmente, tenÃa muchos problemas, muchas dificultades y posiblemente cortarse la piel, he visto personas que hacen eso, cortarse la piel traÃa un poquito de distracción al problema grande que tenÃa dentro de su mente. Gloria sea el nombre maravilloso del Señor. Al ver la sangre salir, al cortarse, se olvidaba un poco de los problemas mentales que él estaba atravesando.
Si alguno de nuestros hijos, alguna amistad nuestra, o algún miembro de la iglesia, algún familiar está pasando un problema, sà debemos orar por esa persona, pero debemos correr hacia un doctor, porque hay problemas que se resuelven con un medicamento, hay problemas que se resuelven con unos dÃas de estar interno en un hospital, pero lamentablemente hay personas que dicen, ¿verdad? No creen en los medicamentos para las enfermedades mentales, hay personas que creen que con una oración ellos van a resolver todos los problemas, y en vez de hacer bien, hacen más daños.
Dios le ha dado la sabidurÃa a los profesionales, a los doctores. Si yo tengo un problema fÃsico, yo voy al doctor y nadie en la iglesia me critica por eso, pero si tengo un problema mental y voy a un psiquiatra, entonces hay algunas personas que quisieran criticar, y yo creo que es porque ellos mismos se están haciendo aturbados por un espÃritu inmundo. Ellos mismos no tienen sabidurÃa, no tienen entendimiento. Gloria sea el nombre de Jesús, y quieren ser más espiritual de lo que deberÃan ser.
Entonces, Gloria sea el nombre de Dios. Continuamos aquÃ. Entonces, aquà podemos ver que este hombre se hacÃa daño a sà mismo, pues dice que andaba en las noches y gritaba y golpeándose con las piedras. Estaba este hombre tratando de aliviar el dolor interno con dolor externo. Como le habÃa dicho antes, a veces es tan grande el sufrimiento, el dolor que hay por dentro, que una persona que quiere hacerse daño a sà mismo porque tiene un serio y grande problema, y tenemos que ayudar, pero nosotros no somos...
yo no soy profesional para ayudar a nadie. Yo puedo aconsejarle que busque una ayuda profesional. Si usted tiene seguro médico, si tiene cualquier seguro, aquà en Massachusetts todos tenemos que tener un seguro. Si usted tiene un seguro médico, usted necesita preguntarle a su doctor de cabecera, ¿cómo puedo yo buscar ayuda para mis problemas mentales? Tal vez usted está pasando por depresión, tal vez usted se esté estresando mucho, a veces quisiera morirse, eso es un problema muy serio, usted tiene que buscar ayuda, porque cuando viene a veces es solamente un desbalance que tiene el cerebro, un desbalance que tiene tu cuerpo, o solamente es un problema que con terapia, que hablar con un consejero o una consejera puede ayudarte.
Quiero decirte que estas personas son mejores que muchos consejeros cristianos, muchas veces nosotros vamos a los consejeros cristianos, pero son personas que no están preparadas, son personas que no pueden darte un medicamento, y no estoy diciendo que no deberÃamos hablar con un consejero cristiano, pero tenemos que ir primero a las personas más preparadas. Si el problema no es muy leve y podemos hablar con un consejero cristiano y salimos de esa depresión, entonces lo hacemos, pero si ese problema persiste necesitamos buscar ayuda.
SerÃa triste que nosotros viviéramos el resto de nuestras vidas en este mundo lleno de tristeza, lleno de depresiones, cuando tenemos un Padre que nos ama y un Padre que es misericordioso para con cada uno de nosotros. Él no quiere esto para nosotros. Entonces, ¿por qué razón cuando él vio a Jesús, corrió hacia Jesús postrándose? Este hombre vino donde Jesús porque él querÃa ayuda, él querÃa que Jesús tuviera misericordia de él, querÃa que Jesús le sanara, y este hombre habÃa muchas cosas que él no podÃa hacer por su incapacidad.
Era una enfermedad que él tenÃa, no era un pecado, era una enfermedad, y él por su enfermedad no podÃa hacer muchas cosas, pero algo que él pudo hacer fue correr a los pies de la persona indicada, del Hijo de Dios, de Cristo, y nosotros siempre tenemos que traer nuestros problemas delante de Jesús. Siempre debemos ir, no a la gente, no estoy hablando que vaya a la gente de Jesús, porque muchas veces pensamos que los mensajeros de Jesús pueden ayudarnos, pero los mensajeros de Jesús lamentablemente a veces no hacen más daño que bien.
Debemos venir directamente donde Jesús porque Él nos ama a todos, y pedirle al Señor Jesús, ayúdame a salir de este hoyo en el cual yo me encuentro, ayúdame a salir de este problema. Gloria sea el nombre del Señor, y tenemos que ir a los doctores también. Necesitamos buscar ayuda espiritualmente de personas que nos amen, que nos acepten, es tal mente como somos, no que nos traten de cambiar. Gloria sea el nombre del Señor, yo no te puedo ayudar porque no te puedo cambiar.
No, nosotros somos lo que somos, y asà seremos. Solamente Dios puede cambiarnos, mostrarnos verdaderamente cómo nosotros debemos andar. ¿Quién fue quien corrió a Jesús, el hombre o el demonio? Sabemos que era el hombre que necesitaba ayuda. El demonio corrÃa de Jesús hacia el otro extremo, el hombre corrÃa de Jesús porque él querÃa ya ser liberado. Yo quiero ser liberado, y siempre le he pedido al Señor, lÃbrame de cualquier depresión, de cualquier problema. Gloria sea el nombre de Dios, y Dios en su amor y su misericordia me ha dado paz.
No que Dios se lleva a todos los problemas porque Él no puede hacer eso. Nosotros en este mundo tendremos aflicciones. Lo importante es que en medio de la aflicción nosotros mantengamos la paz, mantengamos el contentamiento, la alegrÃa, y que sepamos que tenemos un Padre que nos ama a todos, ¿verdad? Entonces, ¿por qué Él le decÃa a Jesús que no se metiera con Él? Y aquà está hablando del demonio. El demonio le decÃa a Jesús, no te metas con nosotros.
¿Por qué viniste a atormentarnos? ¿Fue este el hombre o el demonio? Porque este demonio llamó a Jesús Hijo del AltÃsimo. Sabemos que el que le decÃa esta palabra a Jesús era el puro demonio, y el mismo demonio, llamado Legión, porque era mucho, ¿verdad? Era el mismo que le dijo a Dios, el Hijo del AltÃsimo, le dijo a Jesús. Y hay muchas cosas que los demonios entienden que nosotros no sabemos, y por eso es fácil ellos manipularnos, ¿me entiende? Ellos nos engañan y después nos manipulan y traen sufrimiento y traen dolor en nuestra vida.
Pero muchas veces nosotros caemos en la trampa de estos demonios porque no escuchamos a la voz de Jesús. No obedecemos sus mandamientos, no obedecemos su llamado para cada uno de nosotros. Muchas veces nosotros tenemos aires de grandezas. Señor Jesús nos dijo que seamos humildes. Muchas veces nosotros, ¿verdad? Tenemos mucho molvo en nuestro corazón y mucho molvo en nuestra mente, y caemos en adulterios, en fornicaciones, en pornografÃas y tantos pecados sexuales. Y después nos encontramos en un problema serio porque nos sentimos culpables, nos sentimos sucios, nos metemos en problemas, y después estamos pidiendo al Señor Jesús que nos ayude.
Pero si hubiéramos escuchado su voz desde el principio, si hubiéramos obedecido su voz y le hubiéramos dicho que no era el pecado, no estuviéramos sufriendo las consecuencias de nuestros pecados. Y aunque es verdad que nosotros caemos en el mismo hoyo una y otra vez, aunque es verdad que nosotros fallamos, el Señor no te rechaza por eso. Él no te odia. Él te dice, ven con tus cargas, con tus problemas, con tus pecados, con tus maldades, que yo voy a hacerte descansar.
Ven con tus problemas mentales, ven con tus demonios, que yo te daré el descanso que tú necesitas. Esto fue lo que este hombre hizo. Este hombre era una persona que no tenÃa razonamiento y aún asà vino delante del Hijo de Dios. Más nosotros que tenemos el razonamiento debemos venir delante del Hijo de Dios. Y eso es algo entre yo y Dios, no tiene que ver nada con iglesia. Si usted quiere ir a una iglesia y congregarse, usted puede hacer lo que usted quiera.
Yo no le dirÃa que no lo hiciera, pero Jesús no siempre está en las iglesias. Hay iglesias donde Jesús no lo deja entrar. Jesús tenemos que encontrarlo en nuestros corazones, en nuestra vida, con un corazón sincero, un corazón verdadero. Nosotros clamamos a Él. Él dice, clama a mÃ, yo te responderé y te mostraré cosas grandes y ocultas, las cuales tú no conoces. Cuando le entregamos nuestros corazones al Hijo de Dios, cuando encontramos la verdad, es cuando encontramos Jesús.
En vez de buscando por otros lados, en vez de buscando en las polÃticas o en la finanza, en el dinero, en las modas, en el entretenimiento, en el alcoholismo, en las religiones, vengamos con un corazón sincero y tratemos a Dios como nuestro Padre. Y digámosle, Padre, no sé cuánto tiempo va a tomar, pero muéstrame el camino de la verdad. Y el camino de la verdad es Cristo, no es la iglesia, es Cristo el camino de la verdad.
Él es el camino. Muéstrame a Cristo. Muéstrame la iglesia verdadera. Y esta iglesia verdadera yo creo que es Cristo. Es Cristo Jesús. Muéstrame la iglesia verdadera para que yo pueda caminar en ella, para que yo pueda ser limpiado y salvado por ella. Alabanza sea el nombre de Dios. Cuando somos honestos y sinceros con el Padre, Él siempre está dispuesto a ayudarnos, porque Él no ama a nosotros más de lo que sea, Él ama a Sà mismo.
Él quiere una relación con nosotros. Él quiere perdonarnos. Él quiere limpiarnos. Ya Él lo ha hecho a través de Cristo Jesús. Pero muchas veces nosotros ni nos damos cuenta de que hemos sido limpiados, hemos sido perdonados a través del amor de Cristo Jesús. ¿Por qué este demonio llamó a Jesús el Hijo del AltÃsimo? Como le dije ya, ellos saben cosas que a veces nosotros no sabemos. ¿Verdad? SerÃa que lo conociera anteriormente, y sabemos que sÃ, porque este demonio tenÃa mucho más tiempo de haber sido creado que posiblemente que lo que la raza humana fue creada.
Entonces, ¿por qué el demonio decÃa a Jesús que no le atormentara? Jesús en ninguna ocasión atormentó al demonio. Lo que Jesús iba a hacer, lo iba a echar fuera, lo iba a mandar a un lugar desolado. Para este demonio esto era un atormento. Ellos necesitan el cuerpo de los seres humanos, y nosotros necesitamos ser libres de estos espÃritus inmundos. Nosotros no podemos compartir nuestros cuerpos con espÃritus inmundos. Si nosotros los dejamos dentro de nosotros, vamos a ser infelices.
Si ellos viven de nosotros, van a ser infelices. Mejor que sean ellos infelices y no nosotros. Tenemos que cuidar nuestras mentes, tenemos que cuidar nuestro cuerpo para que estos espÃritus no se aprovechen de nosotros. Gloria sea el nombre de Dios. Entonces, el demonio le decÃa a Jesús, no nos atormente. ¿Verdad? Jesús solamente lo iba a echar fuera de este hombre. ¿Será que para el demonio el amor de Dios es como un tormento? Ellos eran atormentados porque Cristo le estaba dando libertad a este hombre, que era también hijo de Abraham, un hombre que necesitaba la ayuda, el amor de Dios.
Este hombre no se arrepintió ni nada porque él no estaba en su juicio cabal. Y aún asà Cristo lo limpió, Cristo lo perdonó. Asà como los vampiros, la luz es tormento, Gloria sea el nombre del Señor, ¿verdad? Asà también. Para los demonios, el amor de Dios, la luz de Dios es como un tormento. ¿Por qué razón Jesús le dijo a los demonios que salgan del hombre y por qué los llama malignos? Los llama malignos porque ellos son espÃritus sucios, espÃritus que vienen a traer pecado, a traer maldad a nuestras vidas.
¿Por qué Jesús le preguntó su nombre al demonio? Para que nosotros pudiéramos entender que no era solamente un demonio con lo que este hombre estaba lidiando, él estaba lidiando con una legión, miles, cientos de espÃritus sucios, malignos, inmundos, haciendo daño, trayendo sufrimiento a la vida de este pobre hombre. Gloria sea el nombre de Dios. Aleluya. Entonces, ¿qué fue lo que pasó con este hombre para que le viniera a él esta legión de demonios, o este gran mal? No fue porque él pecó.
Pudo haber sido un pecado, pudo haber sido un vicio que él tenÃa, pudo haber sido una enfermedad mental. Alabanza sea el nombre de Dios. No importa la razón por la que él estaba asÃ, lo importante es que Dios le habÃa sanado, Dios habÃa hecho un milagro en su vida. Y no importa el sufrimiento, la depresión, la angustia que tú has venido atravesando por tantos años, lo importante es que Cristo te liberte. Lo importante es que tú puedas ver la luz del sol una vez más, que tú puedas salir de la depresión en la cual te encuentran.
Dios sabe que los traumas traen muchos problemas a nuestra vida. Tal vez dejaste a tu familia atrás, dejaste a tu familia, a tus hijos, dejaste a tu paÃs, y vives en esta gran nación, pero vives triste y amalgado, deprimido. Ya la vida no tiene sentido para ti. ConfÃa en Dios, pÃdele a Dios. Señor, esto es lo que yo tengo, voy a aceptar la vida que me ha tocado. Ayúdame a ser feliz, ayúdame a echar fuera la depresión, la angustia, el dolor de mi corazón, para que estos espÃritus inmundos no tomen control de mi mente, para que yo no sea una persona con problemas mentales.
Ayúdame, Señor, a salir de la depresión. Y cualquier cosa que yo tenga que hacer para sanarme, voy a hacerlo, aunque tenga que regresar a mi paÃs, si es lo mejor para mÃ. ¿Por qué Dios permitió esta terrible enfermedad a este hombre? Gloria sea el nombre de Dios. ¿Por qué Dios permite que lleguen cosas a nuestra vida? No es que Dios la manda, no es que Dios la planea para nuestra vida. Nosotros vivimos en un mundo caÃdo, con cuerpo caÃdo, y algunos de nosotros, lamentablemente, vamos a nacer con terribles enfermedades.
Hay otras personas que van a nacer bien, pero, aleluya, hay personas que nacen con terribles enfermedades, con terribles ataques, como los ataques de estos demonios. Esto no quiere decir que Dios no sea nuestro Padre. Esto no quiere decir que este sufrimiento, esta enfermedad mental sea para siempre. Porque Dios ha prometido restaurar su creación. Dios ha prometido perdonarnos, y limpiarnos, y darnos una nueva oportunidad, y ayudarnos a que nosotros seamos lo que fuimos creado para ser. Es una historia agridulce.
Es agridulce porque este hombre sufrió por muchos años. Este hombre vivÃa como la bestia, como una bestia por tantos años, siendo atormentado, siendo golpeado por aquellos inmundos espÃritus. Pero Jesús viene a su vida. Jesús le sana. Jesús hace un milagro. Después, este hombre quiere acompañar a Jesús. PermÃtame que te siga. PermÃtame que yo pueda compartir mi testimonio con aquellos que te escuchan. Jesús le dijo, no, vete y háblale a tu familia. Háblale a tus vecinos. Cuéntale lo que Dios ha hecho en tu vida.
El grande milagro que lo ha hecho por ti. Y sólo deberÃamos nosotros clamar y pedirle al Padre Celestial que nos ayude, que traiga liberación, que traiga salvación a todos nosotros, a los que sufren, a los que son tentados, a los que están teniendo problemas familiares, problemas de salud, a los que están siendo atormentados por estos espÃritus, que Dios traiga liberación. Padre, gracias por esta oportunidad que Tú me has dado de compartir en esta programación La Casa del Alfarero.
Yo te pido que Tú ayudes, Señor, a aquellas personas que tienen dificultades, que tienen problemas en esta hora. En el nombre glorioso de Jesús. Amén y Amén. Gracias por haber escuchado esta programación. La Casa del Alfarero. Yo soy Alberto Tejeda, que me despido.