The transcription is about the challenges faced by the institution of marriage and the family in recent years, and the efforts made by the church to address these issues. It discusses the development of feminism and its impact on gender dynamics, as well as the changing roles of men and women in society. It also mentions the crisis in the family and the emergence of new forms of relationships. The transcription emphasizes the need for the church to show mercy and understanding towards those experiencing difficulties in their family life. The document "Amoris Laetitia" is mentioned as a new approach that prioritizes mercy over strict adherence to rules. The church is described as a caring mother seeking to guide and support her children in their diverse situations.
Palabra de vida hoy viernes sĆ©ptimo del tiempo ordinario, al pan por la Palabra, del Evangelio segĆŗn San Marcos. AcercĆ”ndose unos fariseos a JesĆŗs le preguntaban para poner la prueba, Āæle es lĆcito al hombre repudiar a su mujer? Ćl les replicó, ĀæquĆ© os ha mandado MoisĆ©s? Contestaron, MoisĆ©s permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla. JesĆŗs les dijo, por la dureza de vuestro corazón dejó escrito MoisĆ©s este precepto. Pero al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer.
Por eso dejarĆ” el hombre a su padre y a su madre, se unirĆ” a su mujer y serĆ”n los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Por lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Como en lo relativo a la dignidad y a la vocación del ser humano, en la revelación y la manifestación de la sacralidad del vĆnculo matrimonial se da un proceso que en el Evangelio de hoy se hace perceptible.
Un proceso que ha seguido adelante en el tiempo de la iglesia, afrontando problemĆ”ticas y crisis segĆŗn han ido surgiendo, y haciendo ellas tambiĆ©n su proceso. Aunque para ello esta reflexión se alargue mĆ”s allĆ” de la habitual, veamos aquĆ algo del desarrollo de ambos procesos. La exhortación apostólica por Sinodal a Moris Leticia del Papa Francisco, firmada el dĆa 19 de marzo de 2016, trató de salir al paso de los problemas que se han agravado en el entorno matrimonial en los Ćŗltimos veinte aƱos, problemas que iban en aumento desde la dĆ©cada de los sesenta.
Los documentos del Magisterio Pontificio dan fe de esta escalada de situaciones difĆciles, pues San Juan Pablo II generó mĆ”s magisterio sobre el matrimonio y la familia que todos los papas anteriores. Los documentos mĆ”s relevantes anteriores al Papa Polaco son la CĆ”stico en Nubi de PĆo XII y la Humane Vitae de Pablo VI. El magisterio anterior a Juan Pablo II es, ademĆ”s, fundamentalmente sobre cuestiones de moral. El magisterio moderno de la iglesia no se volvió institucionalmente hacia ese problema del matrimonio y la familia hasta el Concilio Vaticano II, quizĆ” por haber tenido que afrontar con urgencia las consecuencias de la revolución industrial y del liberalismo en el siglo XIX o del movimiento obrero y la revolución marxista a principios del XX, asĆ como la guerra franco-cruciana que forzó el fin anticipado del Concilio Vaticano I y las dos guerras mundiales.
La génesis de la problematicidad actual se ubicó en sociedades anglosajonas desde la que se exportó a todas las demÔs. El desarrollo de esta problematicidad que se experimenta en el entorno matrimonial es a lo que trata de dar una respuesta a la amoris laetitia. Dicha génesis, dicha evolución, dicho proceso es el siguiente. En el siglo XX, desde los años 50, el feminismo se desarrolló con fuertes reivindicaciones acerca de la igualdad de la mujer. Es el comienzo del auge del feminismo de equidad y llega a través de una mayor participación de la mujer en el mundo de la cultura.
La mujer comienza a asomarse significativamente al mercado laboral, lo que supone un importante cambio en la familia y en la sociedad porque ellas comenzaron a tener independencia económica, mayor autoestima, una labor fuera del hogar que requerĆa que el varón comenzara a tener que implicarse en cuestiones domĆ©sticas y en lo relativo a la crianza y educación de los hijos, y la mujer se incorporó al mercado laboral mĆ”s rĆ”pido y mĆ”s significativamente que el varón se incorporó al hogar.
Esto ya supuso una fecunda fricción en las familias y una crisis positiva. En los aƱos 60 llega la revolución sexual de la mano de los anticonceptivos quĆmicos y de la mayor difusión del uso de los de barrera. La mujer, dicho sea entre comillas, se empodera de su cuerpo. Comienza la confrontación con lo patriarcal aunque aĆŗn no el conflicto entre gĆ©neros. Es el inicio del feminismo de gĆ©nero hoy tan fuerte y en expansión. En los aƱos 70 el feminismo de equidad logra muy importantes avances pero comienza a perder terreno por el poder ideológico, económico y propagandĆstico del feminismo de gĆ©nero que emplea la dialĆ©ctica marxista de la lucha de clases para u para la mujer a travĆ©s del enfrentamiento con el varón y de la apropiación de lo masculino.
En los 90 el feminismo de equidad agoniza. El enfrentamiento entre géneros y la penalización de lo masculino comienzan a ser la herramienta de la lucha por la causa de la mujer. La fricción entre los géneros ya no supone una crisis positiva sino un distanciamiento de ambos en la sociedad y en la misma familia. Toda la génesis mostrada propicia que desde el año 2000 la crisis de la institución familiar y del matrimonio se generalice. Surgen y se institucionalizan otras formas de unión entre personas y se comienzan a imponer nuevos modelos de familia.
Con todo esto en el seno de la iglesia son una multitud que nadie podrĆa contar los cristianos que se encuentran en medio de profundas crisis familiares o instituciones irregulares que dificultan su pertenencia activa y plena a la iglesia asĆ como su vida de fe. Los sĆnodos de la familia y la amoris laetitia son la bĆŗsqueda de nuevos caminos, nuevas formas, nueva sensibilidad por parte de la iglesia entera para aprender a la luz de Dios a acoger y acompaƱar el sufrimiento de estas personas y de sus familias.
La amoris laetitia aporta un cambio de paradigma. Sin ofrecer nada nuevo en lo relativo a la doctrina sobre la familia y el matrimonio que quedó reafirmada y nuevamente confesada por los sĆnodos de la familia, este documento propone no el primado de las normas y directrices a aplicar con misericordia sino la misericordia como norma y directriz para acoger y acompaƱar primero y buscar despuĆ©s el modo de iluminar cada situación con la luz de la verdad de la revelación que explica y aplica el magisterio de la iglesia bajo la guĆa y el sostĆ©n del EspĆritu Santo.
La iglesia madre sigue buscando caminos para ser también maestra de vida. La búsqueda de la igualdad en la diversidad de géneros, vocaciones o estados de vida es nuestra contribución a los cuidados que la madre iglesia quiere deparar a sus hijos, particularmente a los mÔs atribulados.