This is a sermon about the distinction between what is good and what is from God. The speaker discusses the narrative that has been adopted by the church and how it has led to confusion. He emphasizes the importance of preaching the word of God instead of our own ideas. The term "church" has become diluted and there are many groups claiming to be the church. The speaker urges discernment and reminds the audience that there will always be imitations and apostasy. The goal is to distinguish between what is good and what is truly from God.
¿Cómo estÔn? Te doy infinitas gracias por la oportunidad que me das de poder compartir esta palabra con mis hermanos. OjalÔ los pastores entendamos la necesidad que tenemos de hacer esto, de sentarnos a recibir nosotros, mÔs en este tiempo. Tengo el honor de ser acompañado por el pastor Maynor Araya, que es un hermano de Moravia, pero vive ya en Estados Unidos y en algún otro momento pues lo van a ir compartiendo. Hoy vive en Colorado y ha sido una bendición siempre los años que tenemos de conocernos.
Vean, voy a tratar de ser bien conciso, me cuesta mucho, pero también voy a tratar de... Yo siempre le digo a la congregación, este es uno de esos mensajes que no quiero caer mal, pero mejor siempre digo, voy a decirlo para caer mal, porque si digo que no voy a caer mal, uno siempre cae mal. Entonces vamos a decirlo de esa manera. Me toca hablar sobre hacer la diferencia entre lo bueno y lo de Dios. En San Ramón, yo me fui a San Ramón hace 20 años, estoy pastoreando una congregación allÔ hace 20 años, es lo que yo creo, y en San Ramón tienen un dicho.
El que no conoce un altar, en cualquier horno viejo se persina. Y ese dicho que hay en San Ramón es un dicho que de una u otra manera me ha hecho pensar en lo que hoy estamos viviendo y lo que hoy estamos pasando, que es muy, muy particular. Pero lo particular, mis amados hermanos, de lo que estamos pasando, por decirlo de una forma sencilla, tiene que ver mucho con la narrativa, la narrativa que nos hemos dado unos a otros por muchos años.
Y por muchos aƱos esa narrativa partió, yo me imagino que el dĆa que el SeƱor escupió en el suelo, y ese escupa en el suelo le puso los ojos a aquel hombre, le llenó de barro, y habĆa alguien en una esquina viendo que escupiendo en el suelo y haciendo barro, le daba la vista a una persona, vio que eso era maravilloso, vio que eso era una cosa espectacular, y agarró el modelo de la escupa, y el modelo del barro, y el modelo que fuera, y fue y se puso por allĆ” en lugar donde lo que se habĆa o lo que habĆa era lo que yo llamo la iglesia del cochazo, o lo que se llama la iglesia de la escupa, o como usted quiera verlo.
Lo que yo necesito es que usted me capte que hay una narrativa de fondo que es transcultural, que la hemos adoptado hermanos, la hemos adoptado como parte de nuestra vida, y al parecer no importa que la iglesia se llame la iglesia del cochazo, la iglesia de la escupa, que al final asà se llamaba esa iglesia, pero el problema es que aquel hermano que llegó a ese lugar, con lo que se encuentra es con eso, y él dice, yo ya fui a la iglesia, yo ya conozco la iglesia.
Entonces permĆtame un momentito nada mĆ”s para compartir unas pequeƱas ideas con ustedes de algo que traigo aquĆ. Es un hecho que vivimos en dĆas en los que la iglesia como concepto se interpreta y se vive al mejor fragor del mĆ”s puro e inesperado modelo socio-cultural de conveniencia. Voy a hablar de la iglesia cristiana, es un abanico de diversificación subcultural que por lo general solo identifica a propios en tĆ©rminos comparativos y superlativos. Los que hemos estado a partir de lo que hemos llegado, lo que hemos visto, lo hemos identificado como lo que conocemos, y eso es lo que conocemos, nada mĆ”s.
El referente integra elementos de la Escritura como complemento, no como fundamento. Trabajo para Verso a Verso Internacional, que es un ministerio de enseƱanza de la palabra, versĆculo a versĆculo, y es interesante ver cómo de alguna manera la palabra sigue siendo complemento, no fundamento. El fundamento son nuestras ideas, lo que le quiero decir este domingo a la gente. El fundamento es lo que a mĆ se me ocurre que creo que la gente, o lo que me di cuenta, el chisme me llegó y Fulganita y Menganito estĆ”n haciendo cosas que no deben, y entonces me toca aprovechar eso y hablar de eso.
Desde su inicio en el año 33, o desde el llamado de Abraham, siempre ha habido yerros y abundantes dificultades de todo tipo, los cuales que casi que desde cualquier apreciación, devela muchos de los grandes aciertos o carencias de lo que hemos llamado en sus diferentes etapas la Iglesia. Cuando leemos las siete cartas del libro de Apocalipsis, vemos un común denominador. A las cartas, a las iglesias, se les refuerza, se les reafirma el hecho de la palabra, de la presencia de la palabra, o del uso que tienen de la palabra.
Nunca tantos grupos han hecho lo mismo por tanto tiempo de la misma forma, no sólo ignorando la Escritura, sino el sentido comĆŗn, el respeto por la dignidad y proceso de vida de tantĆsima gente. Si nosotros no estamos predicando la palabra de Dios, estamos predicando nuestras propias ideas, y eso no es respetar a la gente que nos escucha. Somos contados en la generación que se hace llamar la Iglesia. Con los mayores recursos, somos la Iglesia de la Odisea, la mĆ”s rica.
Nunca hermanos, nunca, nunca, lo que tenĆamos hace 40 aƱos era la Virgen con orillas rojas, Āæno se acuerdan? Tapa negra es. Pero generalizar el uso del tĆ©rmino Iglesia acredita a todo aquel que lo suscriba por sĆ y en apariencia a todas sus caracterĆsticas, que al ser producto de la generalización, imitación y hasta la competencia, puntualizan el egoĆsmo que nos caracteriza. Hoy casi que habrĆa que hacer la diferencia entre el constructo general, nutrido por la diversidad de la conveniencia y hasta la ocurrencia.
En el término se asume al utilizar la palabra Iglesia que todo, todo, todo lo que le digamos Iglesia es Iglesia. ¿Y adivinen qué? No. ¿Cómo distinguimos entre lo bueno y lo de Dios? No es lo mismo Iglesia, lo puse asà como un sarcasmo claramente, no es lo mismo Iglesia con mayúscula que Iglesia con minúscula. Porque no todo lo que hoy llamamos Iglesia lo es. Y el término, perdónenme, el término estÔ prostituido. Tan al punto de la prostitución del término, que hay algunos hermanos, hay algunas otras personas que se arrogan la condición de decir si ustedes hacen lo que yo hago, ustedes tienen lo que yo tengo.
Hay gente hoy haciendo y diciendo la Iglesia tiene que ser renovada, la Iglesia tiene que ser reinventada. La Biblia, la palabra de Dios, no enseña eso. El tema de esta mañana es cómo distinguir entre lo bueno y lo de Dios. La Iglesia no es lo mismo que la Iglesia. Lo primero que quiero decir, esta mañana pasó Franklin, que la palabra promete que siempre habrÔ, la Biblia dice que siempre habrÔ algo que es una imitación no autorizada de lo que Dios haga.
Hermanos, la Biblia misma dice que nos van a vender triple A hasta aquĆ. ĀæSaben quĆ© es triple A? ĀæVerdad? ĀæVieron cómo estaba San JosĆ© de triple A? Todo es triple A. Triple A son esos zapatos que venden que usted dice, uy, uy, quĆ© pereza, como siempre con tenis nuevos. No, no es que son tenis nuevos, son triple A, son imitaciones bien hechas. Se llama triple A y adivinen quĆ©. Tenemos comunidades, grupos, voy a usar una palabra muy grosera, tenemos conglomerados y colectivos que se dicen llamar Iglesia.
ĀæPor quĆ©? Porque la palabra dice que asĆ tiene que ser. VĆ”monos al siguiente texto, por favor Pastor Franklin. Y por favor pongamos ya este Ćŗltimo texto que lo hemos leĆdo 850 millones de veces. Cuando le dijeron, cuando los peones le dijeron al dueƱo, vamos a volarle machete a todos. Dijo, no, no sea que al arrancar la cizaƱa, estoy leyendo Mateo 13, 29, 30. No sea que al arrancar la cizaƱa arranquemos tambiĆ©n con ella el trigo. O sea, usted estĆ” diciendo que crecen juntos, ĀæsĆ? Usted estĆ” diciendo que se parecen, ĀæsĆ? Usted estĆ” diciendo que crecen a la par, ĀæsĆ? Verso 30.
Dejemos crecer juntamente lo uno y lo otro hasta el momento de la siembra. Déjenla crecer. Pero no es trigo. No lo es. Se parecen, hacen las mismas cosas, decimos las mismas cosas. Y al tiempo de la ciega, yo le diré a los cegadoras, recojan primero la cizaña y hÔzla en manojos para quemarla. Pero recojan el trigo. Y miren. Hermanos, la Biblia dice que no todo lo que nosotros llamamos la iglesia lo es. Y no podemos usar la generalización porque nosotros no lo inventamos.
La palabra iglesia es una palabra que no la inventó JesĆŗs y no la inventaron en el Nuevo Testamento. Es una palabra con un trasfondo romano. Pero el SeƱor agarra la palabra y les dice, yo tambiĆ©n voy a hacer una convocatoria de gente escogida. Que yo mismo voy a formar y a eso le voy a llamar mi iglesia. Siguiente texto. Siguiente texto. MalaquĆas 3, 18. Entonces nos volveremos, y no tenga palabra, discerniremos. Cuando la Biblia dice discernir es porque no se nota.
Y no logramos discernir entre lo bueno y lo de Dios. Porque es bueno. No lo logramos discernir. No logramos discernir. Y dice el texto, entonces vos volvereis y discernireis la diferencia entre el justo y el malo. Pero para que haya que discernir es porque no se nota. Entre el que sirve a Dios y el que no le sirve. Pero dice discernir hermanos. Dice discernir. O sea la misma palabra no se enseƱa. Que siempre van a haber, por necesidad de la gente escogida, para que se haga la diferencia.
A mi me hace mucha gracia cuando la gente me dice, mire me puede atender en la consulta. Yo soy psicólogo, tengo una clĆnica en San Ramón. Y entonces, pero no me hable de Dios. Porque yo ya todo eso lo sĆ©. Y me pierde la sangre cuando me dicen. Yo ya estuve en la iglesia. ĀæQuĆ© mĆ”s nos dice la palabra? Primero la palabra nos dice que siempre habrĆ” una imitación. Que habrĆ” cosas que se parecen pero no son.
Dos, lo siguiente que nos dice la palabra, mis amados hermanos. La palabra asegura que la apostasĆa es sin lugar a dudas una realidad necesaria. Sin lugar a dudas una realidad necesaria en el desenlace de todo lo porvenir. Es necesario. Primero nos dicen, pelen el ojo. Póngase vivo. Es mĆ”s, revĆsese usted a ver si lo que usted tiene es lo suyo, ni la suya, la iglesia suya o la del SeƱor. Porque acuĆ©rdense que el tĆ©rmino siempre es el que reĆŗne, la iglesia.
Pero cuando usted entiende esto, usted reĆŗne a la gente para usted y para decirle a la gente lo que usted quiere que ellos oigan de parte suya. Mire, lo voy a desafiar. Tome el libro de Santiago, verso a verso, versĆculo a versĆculo. Santiago, de una vez le digo que se le va a vaciar la congregación. ĀæPor quĆ©? Porque Santiago habla de todo. Cuando usted, no busque bosquejo, no quedes en Santiago, solamente Santiago. Empiece versĆculo uno, versĆculo tres.
Y el siguiente sigue con el cuatro. Y el siguiente, se le van a ir veinte, treinta semanas. Se le va a vaciar la iglesia. Usted se va a dar cuenta que lo que estĆ” recibiendo la iglesia es todo el consejo de Dios que necesita el pueblo. No lo que usted cree que ellos necesitan. No lo que ellos necesitan. ĀæMe estoy dando a entender? Vea, vea ese texto. Primera de Timoteo 4.1. Pero el EspĆritu dice claramente que en los Ćŗltimos dĆas, los Ćŗltimos dĆas empezaron cuando el SeƱor vino.
Algunos apostatarĆ”n de la fe, escuchando espĆritus engaƱadores y a doctrinas de demonios. Ahora, acuĆ©rdese, acuĆ©rdese que los milagros no son garantĆa de que lo que estĆ” pasando ahĆ es de Dios, porque la Biblia dice que con falsos milagros y con falsos prodigios va a haber mucha gente engaƱada. No podemos seguir prometiendo a la gente milagros porque los milagros no son. En la generación en la que estamos, el milagro ahora es creer en la Palabra. ĀæDe quĆ© nos sirve que la gente nos entre sana al infierno? ĀæQuĆ© hace usted como una persona? Ya se me quitó el cĆ”ncer.
Pero no cree en la Palabra. No sirve al SeƱor. No sirve a su generación. Pero no tiene cĆ”ncer. ĀæA usted quĆ© le importa? Su irresponsabilidad y la mĆa no es llenar el edificio, es llenar el cielo. Vea, siguiente texto, Galatas 1.8. Lo primero que nos dice el SeƱor es, hay dos cosas, no una, dos. Una es la iglesia y la otra no es. La segunda cosa que nos dice, cuĆdese de que el asunto es muy sutil.
Galatas 1.8. Si alguien, ya sean nosotros, incluso un Ć”ngel del cielo, les predica otro evangelio, no es un seƱor ahĆ conocido de ustedes diciendo que ahora estĆ” la revelación del fuego lĆquido. No sean tan bĆ”rbaros, por Dios. Hermanos, tenemos que reconocer la historia que hemos vivido. AcuĆ©rdense, en 1975 se convirtió un montón de gente en cuenta yorucu y lindia. Hemos pasado, acuĆ©rdense cuando vino Vin Soto y Vin Soto lo pusimos hasta que lo quemamos. AcuĆ©rdense a la mujer, le cambiamos a Vin Soto.
Nosotros lo hicimos asĆ. Hasta que le sacamos al pobre Vin Soto. AcuĆ©rdense, tuvo que irse de aquĆ huyendo casi, una cosa terrible. Porque lo convertimos en un Ćdolo. Vean lo que hicimos con Fabrizio Alparajo, hermanos. Un hermano que nunca se sentó a recibir palabra de Dios. Hicimos un monstruo. Que pĆŗblicamente el presidente actual se lo dijo. Usted es un actor. Y eso fue lo que nosotros hicimos. Nosotros, el sistema. No la iglesia. La iglesia hace discĆpulos.
Vean, dice aquĆ. Si alguien, ya sean a nosotros, incluso un Ć”ngel del cielo les predica otro evangelio, diferente a lo que nosotros hemos predicado. Que le caiga la maldición de Dios. ĀæSaben cuĆ”l es la maldición de Dios? ĀæSaben cuĆ”l es esta maldición? La maldición de Romanos. Miren. Como no les importó tomar en cuenta a Dios, Dios los entregó. A su vanidad de mente. Y a un pensamiento entenebrecido. O sea, Āæsaben lo que estĆ” diciendo Romanos? Romanos estĆ” diciendo que cuando se predica otra cosa, el SeƱor le dice, ĀæquĆ© estĆ” hablando usted? Yo estoy hablando de sanidad interior.
Ah, muy bien. Sigan señalando, sigan, sigan. Esta gente le sacó la atención. Se le cayó, ¿qué? Se le cayó el respeto por las palabras. ¿Saben cuÔl es la maldición? La maldición es que Dios nos deja seguir hablando muchas veces las sandeces y las cosas que queremos hablar. Esa es la maldición. Aquà estÔ. Jesús, ¿qué dijo? El que no cree en mis palabras, estÔ bien. Pero por mis palabras va a ser juzgado. Entonces, hermanos, estamos ante algo.
Veamos uno mĆ”s, veamos uno mĆ”s aquĆ, en esta idea. Segunda de Timoteo 4, 3. Vean la palabra sufrir. LlegarĆ” el tiempo, la tenemos ahĆ en pantalla. Oigan, llegarĆ” el tiempo en que la gente no sufrirĆ” porque no queremos que sufran. No queremos que sufran. Tenemos que decirle las cosas que quieren oĆr para que la gente no se nos vaya, hermano. LlegarĆ” el tiempo en que la gente no sufrirĆ” mĆ”s la sana doctrina. ĀæQuĆ© es la sana doctrina? La sana doctrina es que usted enseƱa la palabra completa como estĆ” y se acabó.
Estoy en la semana 67 del libro de Romanos. Han sido 67 semanas y yo dije, esto es un reto. Esto es un reto, hermanos. Hermanos, yo no cambio, yo no me cambio por nada del mundo enseƱƔndole la Biblia a la gente. Soy psicólogo. Mira el montón de burradas que se me ocurren a mĆ. El marido ideal, la mujer ideal, las cinco claves del hombre, del hombre perfecto. Mira el montón de tonteras que a mĆ se me ocurren.
Yo digo, usted me conoce. Maestro Ceciliano y yo trabajamos cuatro o cinco aƱos viajando por todo el paĆs de las cosas que se le ocurren a uno. Y nos iba bien, maestro, sĆ o no. Pero lo que la gente necesita es la vida de la palabra de Dios completa. Ya lo hicimos. Ya predicamos de todo lo que se nos ocurrió. Ayer estuvimos atrĆ”s reunidos con un hermano que tambiĆ©n es como un pastor y nos decĆa, nosotros estamos en una condición en donde ya nadie quiere hacer nada porque ya somos todos buenos.
Ellos ya estĆ”n en el cielo. Dice, seguirĆ”n sus propios deseos y buscarĆ”n maestros. No dice pastor ni predicadores. Dice gente que les enseƱen, que les digan lo que sus oĆdos se mueren por oĆr. Y perdónenme, a mĆ tambiĆ©n me gusta la plata. Y yo creo que no podrĆa pararme aquĆ y decirles, yo no, yo que cochinada que asco, uy, uy, fuchi, no. A mĆ tambiĆ©n me gusta la plata, a mĆ tambiĆ©n me gusta vivir bien. Pero estamos viviendo en tiempos donde las cosas siguen siendo el horno viejo donde la gente la estamos haciendo que se percibe.
La palabra asegura que solamente hay una iglesia y que es edificada, oiga, edificada, gobernada y preparada por Cristo. Y aquĆ es donde se nos viene todo ese problema. ĀæPor quĆ©? Porque todos creemos que lo que estamos haciendo es alimentando a la gente con la Biblia pero con mi propio pensamiento y haciendo que la Biblia diga lo que yo quiero decir. Y entonces, mira quĆ© raro, en la iglesia de mi hermano IsaĆas dicen que el divorcio es pecado y en la otra dicen que sĆ y en la otra dicen que no pero todos estamos hablando de la Biblia.
QuĆ© raro, Āæno? ĀæNo les parece raro? ĀæSerĆa que se equivocó el EspĆritu Santo? Entonces es malo enseƱar por temas. JamĆ”s, no estoy diciendo que sea malo, pero yo sĆ estoy diciendo que usted entienda que cada vez que usted y yo nos salimos de la palabra dejamos de ser iglesia. Y nos convertimos en un centro terapĆ©utico moral. Y eso es lo que somos, un centro de terapia moral. Vea, vea, quĆ© dice Pedro, quĆ© dice Mateo 16, 18, ahora te digo que tĆŗ eres Pedro pero Pedro estĆ” diciendo tĆŗ eres el hijo del Dios viviente.
La Biblia dice que la iglesia se construye de las personas que tienen a JesĆŗs en el corazón porque tenemos, tenemos en nuestras congregaciones, no dije iglesia, en nuestras congregaciones cualquier cantidad de gente que no son salvas. Ahora aquĆ te digo que tĆŗ eres Pedro que quiere decir roca y sobre esta roca yo edificarĆ© proceso, edificar proceso, edificar responsabilidad. ĀæQuiĆ©n? Yo, el SeƱor, mi iglesia. Y el poder de la muerte no la conquistarĆ” y este poder de la muerte significa que, hermanos, una pregunta, la psicologĆa tiene 200 aƱos, hay 25 escuelas de psicologĆa, de las 25 escuelas de psicologĆa las 25 se contradicen.
Una pregunta, Āæcómo hicieron los peores hermanos que lo que tenĆan era la Biblia? Sin psicólogos, sin terapeutas, sin psiquiatras, o no serĆ” que de verdad la Biblia completa, enseƱada completa, presentada completa, es la palabra viva y eficaz, como tiene que ser. Algo raro estĆ” pasando, hermanos, tenemos 200 aƱos de tener psicologĆa y usted es un psicólogo hablando, usted es a pastores hablando de autoestima y la Biblia no habla de autoestima, habla de la identidad en Cristo y tienen mĆ”s argumentos para la autoestima que para la identidad en Cristo.
Entonces tienen un montón de gente que estÔ lesobando el alma y la palabra lo que dice es que el poder de la muerte, ¿cuÔl muerte? La muerte de que la gente no necesita terapia, necesita arrepentirse, no necesita un psicólogo en este asunto, perdónenme, necesito creer en algo superior a mi pensamiento, yo no puedo creer en todo lo que yo pienso, por eso estÔ la palabra de Dios, para que yo no crea en cuanto pensamiento yo tengo.
Sobre esta roca edificarĆ© mi iglesia y el poder, oigan, el poder de la muerte no la conquistarĆ”, no. PĆdale perdón, Āæcómo pĆdale perdón? ĀæQuiĆ©n le dijo a usted que el perdón sana? No, es que el perdón no sana hermanos, el perdón sigue alimentando el ego de la gente y seguimos formando a gente mĆ”s orgullosa, deje que la gente sufra y que en el sufrimiento se invoquen al SeƱor, ĀæquĆ© dice la Biblia? La palabra dice que la ansiedad y el sufrimiento no se procesan, en mi angustia clamĆ© al SeƱor.
Eso es lo que la palabra dice. Entonces hermano, pedir perdón. No, no es malo pedir perdón, yo no estoy diciendo eso. No podemos basar la vida de una persona en el hecho de que le viva pidiendo perdón a todo el mundo por lo pasado y por lo presente. El proceso de Dios no cayó, no estÔ ahà presente. Veamos el siguiente texto. Primera de Corintios 3.10 Dice la Biblia que el Señor es quien edifica la iglesia, quien la sostiene, quien la forma.
Dice, Primera de Corintios 3.10 Dice, conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo, como perifo arquitecto, puse el fundamento y otro edifiquĆ© encima. Pero cada uno mire quĆ© es lo que estĆ” haciendo. Porque no podemos salirnos del fundamento. No podemos inventarnos la... Ha hecho mĆ”s daƱo temperamentos controlados por el EspĆritu, sanidad interior, inteligencia emocional. Ha hecho mĆ”s daƱo esto que la tontera esta de la prosperidad. Porque seguimos metiendo en la iglesia una psicologĆa que ni nosotros la entendemos, ĀæQuiĆ©n la entiende? Nadie.
Conforme a la gracia, tenemos que edificar y saber quĆ© es lo que estamos haciendo. Tenemos que edificar y saber quĆ© es lo que estamos diciendo porque tengamos que tener cuidado. AcuĆ©rdense de lo que el versĆculo sigue diciendo y que cuando cada uno edificó lo que hizo va a ser probado en el juego. AsĆ lo haya hecho en oro y explica claramente quĆ© estĆ” sucediendo. Veamos el siguiente texto. Porque nadie puede poner otro fundamento que el cual estĆ” puesto, el cual es Jesucristo.
No se puede poner otro fundamento. Si alguien edifica sobre este fundamento con oro, plata y piedras preciosas o con madera y en oro jarasca, la obra de cada uno serĆ” manifiesta porque el dĆa la pondrĆ” al descubierto. Pues por el fuego serĆ” revelada. La obra de cada uno sea la que sea, el fuego la va a probar. Y yo no sĆ© usted, pero por ejemplo, para el tiempo de pandemia, hablando con un pastor, de esos pastores que trabajamos en el proyecto de verso a verso, me decĆa, pastor, me decĆas yo tengo un problema, yo necesito la atmósfera, yo necesito la atmósfera para poder que la gente me reciba la palabra y yo, pues estĆ” muy mal.
O sea, usted sin mĆŗsica, no predica. O sea, perdón, si usted no manipula a la gente primero, usted no puede hablar a la gente. ĀæDe quĆ© es lo que habla usted? Porque la palabra promete que en el momento que usted abre la boca y se lo que estĆ” presentando es la Biblia, la Biblia dice que la manifestación mĆ”s clara del EspĆritu Santo es convencernos de pecado, justicia y juicio. Eso es lo que la palabra dice. Que en el momento que usted abre la boca exponiendo la palabra de forma expositiva, diciendo lo que la palabra dice, el EspĆritu Santo se estĆ” moviendo.
La pandemia tuvo que haber nos enseñado algo. Y era que lo que estÔbamos haciendo no era. A mà no se me fue gente. Me llegó mÔs gente. Pero ¿cuÔl gente llegó? ¿Quién llegó? La pandemia para mà fue una experiencia donde estoy pateando. Tengo que abrir los ojos. Pasemos al siguiente afirmación. Ya voy terminando. A ver, ¿qué hacemos? Número uno, ya entendimos que la palabra dice que hay que tener cuidado porque no todo lo que le decimos iglesia lo es.
Y podrĆa ser que lo que usted tenga, usted crea que es iglesia porque usted ve a donde Franklin y ve donde el pastor Maynard y el otro pastor Maynard y usted dice, sĆ, yo estoy cantando las mismas canciones, haciendo las mismas cosas, es igual, es Dios, es la Biblia, estĆ” bien. No. Lo segundo que vimos es que la palabra de Dios dice que es necesaria la apostasĆa, que es necesaria que se revele todo lo que hay en el corazón de la gente, que la gente predique por plata, que la gente predique por esto, que predique por interĆ©s, por fama, por lo que es necesario para que se logre hacer la separación entre las cabras y las ovejas.
NĆŗmero tres, el SeƱor dijo que es Ćl el dueƱo de la iglesia, que es Ćl el que la visita. Y claro, obviamente, la Ćŗnica manera de que sea Ćl el que le hable a la iglesia es que nosotros tomemos el reto y la gente lo que les dijo, la palabra. Siguiente afirmación, Cristo no deja su iglesia en manos de nadie y si estĆ” en otras manos ya no es iglesia. Y aquĆ estĆ” el problema. AquĆ estĆ” el problema, mĆrenlo, no es un invento mĆo.
Vean, Efesios 5, 25, Āæde quĆ© estĆ” hablando Pablo? De la iglesia. EstĆ” usando la analogĆa del matrimonio para que la gente entienda que es la iglesia. ĀæY cómo dice Pablo? Que Cristo cuida la iglesia. FĆ”cil, nunca la deja sola, ni un minuto. O sea, quiere decir que en cualquier congregación que donde sea, que se estĆ© predicando desde la revista Selecciones o se estĆ© predicando cualquier librillo, cualquier cosa ahĆ de sanidad interior o de lo que fuera, todos los enredos que hay ahora, hay gente de la iglesia.
SĆ, porque hay gente de la palabra. Porque la palabra dice, romanos, eh, eh, eh, hay un remanente. Yo me guardĆ© siete mil que no han doblado el rodillo ante Baal. Y en ese tiempo habĆa un millón y medio de personas en esa población. Y el SeƱor estĆ” diciĆ©ndole a ElĆas, eh, eh, eh, no es usted, son los mĆos. Maridos, amen a sus mujeres, asĆ como Cristo supo de antemano que era lo que iba a hacer, amó, pasado, verbo en pasado, a la, a la quĆ©, a la iglesia.
ĀæHabĆa iglesia en ese momento? No, lo que voy a hacer es la iglesia. Dice, Āæcómo lo hizo? Se entregó a sĆ mismo por ella. Hasta aquĆ, todo estĆ” claro, todo estĆ” bien, el SeƱor es quien se entregó, el SeƱor es quien pagó el sacrificio. Pero, obviamos lo que sigue, una vez habiendo yo me entregado por la iglesia, yo la dejĆ© ahĆ en la mano de cualquiera para que le digan cualquier cosa. No, no, no. Dice que, ĀæquiĆ©n la santifica? Es Ćl, para santificarla habiĆ©ndola purificado en el lavamiento del agua.
ĀæPor quĆ©? Y no todo es palabra, a no ser que se diga el mensaje de lo que la palabra estĆ” diciendo, porque hasta el mismo diablo usa la palabra. Entonces, no podemos atribuirnos el decir que lo que estoy predicando es palabra de Dios si no estoy poniendo la atención a todo el consejo de la palabra para mĆ, gente a la cual sirvo. Dice que, que Ćl es quien la estĆ” purificando. Por eso cuando, vea, cuando se habla de escatologĆa, es que la iglesia tiene que pasar por la gran tribulación, porque la iglesia tiene que ser purificada.
Si la iglesia tuviera que ser purificada, JesĆŗs se sentó a comer aguacates y guayas, porque la Biblia dice que Ćl nunca ha dejado de purificarla. Perdónenme, lo que nosotros conocemos estĆ” impuro, sucio, y no es lo que el SeƱor ha hecho hasta el dĆa de hoy estĆ” intacto. El SeƱor viene en cualquier momento y se lleva a su iglesia. SĆ me estoy comunicando. Y seguramente cuando se lleva a la iglesia ustedes dirĆ”n, Āæy por quĆ© se fueron todos y yo? ĀæY yo? Es que usted no era iglesia, porque dice aquĆ que Ćl no ha dejado de purificarla, que Ćl la estĆ” lavando, que Ćl lo estĆ” haciendo.
Y usted me dice a mĆ que la iglesia, porque usted quiere creer que todo es iglesia, necesita ser purificada. Usted no ha entendido que la Biblia dice que el SeƱor tiene su iglesia en cualquier parte del mundo y se compone de la gente. Que humildemente dependen de lo escrito. Y se acabó. Sigo. Siguiente texto. AquĆ la sacó del estadio. Dice que el proceso ha sido continuo desde el momento en que la iglesia empezó a tal punto que Ćl durante todos estos aƱos la ha estado cuidando y preservando y purificando porque Ćl mismo se la va a presentar a una iglesia gloriosa.
Perdónenme, no es gloriosa por cantidad, no es gloriosa por el edificio, no es gloriosa porque tengan 500 cuchillos tan santos. Es gloriosa porque se parece a lo que el SeƱor quiso tener en su propio corazón, lo que Ćl soñó tener, lo que Ćl deseó tener. Por eso es gloriosa que no tuviera mancha ni arruga ni cosa semejante si no que fueras santo y sin mĆ”s. Ā”Ah! Usted estĆ” diciendo que en la iglesia no hay pecado. Nunca nos enseƱaron a pecar.
Nunca. Siempre nos dijeron esto es malo, esto no se puede hacer y nunca nos enseƱaron cómo enfrentarnos al pecado. Y la palabra dice que la iglesia asume y se enfrenta al pecado. El lĆmite de la iglesia no es el pecado, hermano. Ya. No hemos tenido, por Dios, ya pasamos los quince aƱos de conocer al SeƱor. Una pregunta. ĀæNo hemos tenido nuestras iglesias sin contar con los pecados de nosotros mismos? Por supuesto. Yo jamĆ”s quisiera pensar que ustedes tienen alguna cosilla ahĆ.
No, jamÔs. Yo sà tengo. Yo sà tengo. Pero nunca le hemos enseñado a la iglesia a pecar. A entender que Pablo lo dice, en nuestro cuerpo funcionan dos leyes, dos, una que atenta contra lo que yo quiero hacer y la otra que me dice a mà dónde tengo que estar parado. ¿Quién me va a librar a mà de este cuerpo de muerte? ¿Qué estÔ diciendo el apóstol? Que tenemos nosotros que enseñarnos y enseñarles a los hermanos a que no dejen un segundo sin presentarse delante de Dios.
Ni cosa semejante, sino que fuera santa y sin mancha. Verso 14. Tito, 2, 14. Ćl se dio a sĆ mismo por nosotros para redimirnos de toda maldad y purificar para sĆ. ĀæPara quiĆ©n? ĀæPara quiĆ©n? Para Ć©l mismo. El SeƱor no se va a salir de lo que ya ha dicho. No se va a inventar nuevas teorĆas y nuevas mezclas, ni fuego extraƱo, ni sanidad divina, ni sanidad interior. Llevamos 40 aƱos haciendo eso. Y seguimos teniendo la gente inmadura, sin compromiso, gente que no estĆ” dependiendo de la palabra de Dios.
Para sĆ, un pueblo propio, celoso, de buenas obras. Conclusión. Veamos ese texto de Reyes. Veamos ese texto. Sin embargo, sin embargo, preservarĆ© otros 7000 en Israel quienes nunca se han inclinado a Ć©l ni los han besado. Se han mantenido ahĆ. Es el texto que vamos a leer en un próximo momento. Conclusión. No todo lo que llamamos iglesia lo es. AsĆ parezca el mejor modelo. O bien haga caer fuego del cielo. ĀæBiblia para probarlo? No hemos hablado esta maƱana.
NĆŗmero uno, el SeƱor nos dice, hey, acuĆ©rdese, siempre va a haber una imitación. Dos, es necesario que se limpie lo que hay. A veces me dicen, es que un pastor no hace una decisión. Hey, cuidado. Si esa decisión no fue mĆ”s bien el hecho de que Dios lo estĆ” librando a ustedes, estĆ” con un poco de gente rarĆsima. Cuidado. Tres, el SeƱor nos estĆ” mostrando que Ćl la iglesia nunca la ha soltado, que la iglesia Ćl la sigue edificando, que Ćl es el que la construye, que Ćl es el que la purifica, el que la levanta, el que la tiene limpia.
Concluyo. NĆŗmero uno, hermanos, terminemos. NĆŗmero uno, la iglesia estĆ” intacta, hermanos. ĀæMe escuchó? La iglesia estĆ” intacta. Alegres, hermanos, la iglesia del SeƱor estĆ” intacta, porque es Ćl quien la ha preservado hasta ahora. Nadie dejó de meter mano a la iglesia del SeƱor. Nadie estĆ” intacta. NĆŗmero dos, la iglesia no es iglesia porque yo lo diga, sino porque es lo que Dios dice que es iglesia. Si usted le pone iglesia y un rótulo y todo el asunto que tiene, va a decir que no.
ĀæPara dónde vamos? Para la iglesia. ĀæDe dónde venimos? De la iglesia. ĀæPasó lo de Dios? No sĆ©. NĆŗmero tres, afirmar que la iglesia debe ser purificada, reinventada, actualizada, es afirmar que Dios falló o se equivocó. La iglesia estĆ” siendo cuidada, protegida por el SeƱor y Su EspĆritu Santo. ĀæCreen que el EspĆritu Santo nos dejó guindando? El EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo y el EspĆritu Santo es el EspĆritu Santo La reforma se hizo La reforma se hizo en contra de la Iglesia Católica en contra de la Iglesia Católica en contra de la Iglesia Católica no en contra de lo que el EspĆritu Santo no en contra de lo que el EspĆritu Santo no en contra de lo que el EspĆritu Santo no en contra de lo que el EspĆritu Santo estaba haciendo hasta aquĆ estaba haciendo hasta aquĆ Ah bueno, entonces, en 1517 Ah bueno, entonces, en 1517 vino Higiene Gutenberg vino Higiene Gutenberg pegó y clavó aquella cosa pegó y clavó aquella cosa y vino Calvino aƱos despuĆ©s y vino Calvino aƱos despuĆ©s y Calvino tira la gente y Calvino tira la gente hacia el Nuevo Mundo y viene Calvino y con el capitalismo y viene Calvino y con el capitalismo y con la nueva doctrina y con la nueva doctrina llena el mundo llena el mundo y luego aparece el EspĆritu Santo y luego aparece el EspĆritu Santo en 1901 en la calle Azusa en 1901 en la calle Azusa por favor eso no lo dice la Biblia eso no lo dice la Biblia la Biblia dice que el EspĆritu Santo la Biblia dice que el EspĆritu Santo nunca nos ha dejado nunca nos ha dejado somos nosotros somos nosotros quienes nos hemos hecho quienes nos hemos hecho locos haciendo de todo locos haciendo de todo no es lo mismo Iglesia no es lo mismo Iglesia que Iglesia que Iglesia solo hay una solo hay una la Iglesia de Cristo la Iglesia de Cristo quien la edifica quien la edifica quien la purifica quien la purifica quien la limpia quien la limpia quien la sostiene quien la sostiene seguramente en Olivo Verde seguramente en Olivo Verde seguramente en Olivo Verde en San Ramón en San Ramón son seis son seis pero esa es la Iglesia del SeƱor pero esa es la Iglesia del SeƱor pero esa es la Iglesia del SeƱor SeƱor te doy gracias en esta maƱana