The transcription is a production by the Olivo Verdes Community in Costa Rica. It discusses the Gospel of Mark, specifically Chapter 1, verses 1-4. It emphasizes the importance of understanding the background and context of the author and audience. The Gospel of Mark is written for persecuted Christians in Rome during the time of Emperor Nero. The author, John Mark, highlights the suffering and crucifixion of Jesus to provide encouragement and strength to the readers. The Gospel begins with the declaration that Jesus is the Son of God. The purpose of this Gospel is to affirm Jesus as the Messiah and to focus on his humanity and deity. The historical context of the Great Fire of Rome in 64 AD, which led to the persecution of Christians, is also mentioned. The Gospel of Mark is different from Matthew and Luke in its approach and style. Overall, it serves as a testimony to the important work of Jesus.
La siguiente es una producción de la Comunidad Olivo Verdes, Costa Rica. En este episodio, vamos a ver cómo el Evangelio de Marcos, capÃtulo 1, versÃculos del 1 al 4, es lo que Dios tiene dispuestos hoy a decir. Y dicho esto, iniciamos. Marcos 1, el principio del Evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios. Como está escrito en IsaÃas, He aquà yo envÃo un mensajero delante de tu paz, el cual preparará tu camino delante de ti. Vos, del que clama en el desierto, preparad el camino del Señor en de rezar sus sendas.
Bautizaba a Juan en el desierto y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. Si alguna vez usted ha presenciado o escuchado la belleza de una sinfonÃa en una complejidad armoniosa de varios instrumentos, diferentes instrumentos con variados tonos musicales, claves y notas, todos cumpliendo la misma tarea de crear un hermoso sonido. Cada instrumento y sus sonidos únicos están entretejidos en este hermoso tapiz elaborado por el Director. De manera similar, encontramos en las Escrituras los cuatro relatos del Evangelio escritos por diferentes escritores con sus propias voces, personalidades y entornos únicos.
Aunque en diferentes momentos de la historia, los cuatro Evangelios han sido inspirados por Dios, el Autor Divino. A través de la supervisión y dirección del EspÃritu Santo, los cuatro relatos del Evangelio hablan de una sola persona y su obra. El Padre, de su divina autorÃa, no omite ningún detalle en lo que respecta a su Hijo Jesucristo. A través de la supervisión de Dios, el Conductor, Dios Padre, ha dado a conocer a los cuatro relatos del Evangelio quién es Jesucristo, la autoridad y el poder de su obra y su Deidad.
Hoy vamos al relato del Evangelio de Marcos. Repito, es la intención de esta Casa Pastoral de tener una lectura, como dice nuestro Pastor, consciente e inteligente. Verso a verso de los Evangelios. Vamos a acercarnos a este relato de Marcos, como lo hemos hecho cada semana en este lugar y aún dentro de semana, para ver a quién, a Cristo, en toda su belleza, gracia y verdad. Le rogamos al EspÃritu Santo que ilumine nuestros corazones y mentes y nos enseñe aún más de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Antes de entrar al texto, es importantÃsimo que siempre tengamos conciencia de los antecedentes de quién escribe y para quién escribe. El autor de este relato del Evangelio se puede encontrar literalmente en el tÃtulo del libro. Juan Marcos es el nombre del autor de este Evangelio. Podemos ver en la presencia de Marcos en la obra ministerial cuando se une a Pablo y Bernabé al principio de su viaje misionero. Sin embargo, llegó un punto durante el tiempo que estuvieron juntos en el que surgió un intenso desacuerdo con respecto a la participación de Marcos en la visita previa a ciertas ciudades.
Vemos evidencia de este desacuerdo en hechos. Y dice asà la palabra, y se los comparto. Bernabé estuvo de acuerdo y querÃa llevar con ellos a Juan Marcos, pero Pablo se opuso terminantemente ya que Juan Marcos los habÃa abandonado en Pafilia y no habÃa continuado con ellos en el trabajo. Su desacuerdo fue tan intenso que se separaron Bernabé, tomó a Juan Marcos consigo y navegó hacia Chipre. Más adelante, el apóstol Pablo y Juan Marcos eventualmente reconciliarÃan los problemas de su pasado inmediato y volverÃan a estar juntos como socios ministeriales.
Marcos escribe el primer relato del Evangelio alrededor del año 65 d.C. Esta fecha no puede ser significativa para muchos, pero juega un papel vital en nuestra comprensión del entorno y el tiempo de la historia que estamos conociendo. El 18 de julio del año 64 d.C., Roma experimentó lo que se conoció como el gran incendio de Roma. Durante esta época la historia de Nerón era el emperador. Se dice que en el año 65 d.C. es el año en que cambió el gobierno de Nerón especialmente sus acciones hacia todos los cristianos que habitaban en Roma.
Según algunos de los relatos detallados más antiguos que estos se conservan, proporcionados por el historiador romano Tácito, se dice que el incendio comenzó en las tiendas del Circus Maximus, que era el estadio de las carreras de caballos que hacÃan los romanos. Se dijo que el daño de este incendio, que este incendio provocó en la ciudad de Roma fue tan catastrófico que el 80% de la ciudad quedó destruida. Y quizá nos preguntemos, ¿cuál pudo haber sido la causa de la destrucción del 80% de Roma? Muchos estudiosos dicen que fue Nerón el propio causante de que se iniciara este incendio para reconstruir Roma a su gusto.
Si se hubiera corrido la voz de que Nerón inició el incendio, habrÃa causado un gran revuelo y un completo desastre polÃtico para su reinado. Pero eso no podÃa permitirse que sucediera de esa forma. Asà que, ¿qué mejor manera de encontrar a alguien de que echarle la culpa? Y la respuesta de Nerón fue, los cristianos tuvieron la culpa del incendio en Roma. Como podemos imaginar, hermanos y hermanas, la noticia del emperador de que los cristianos causaron tal devastación en Roma se extendió como la pólvora, sin juego de palabras.
Esto finalmente llevó a Nerón a enviar al ejército a capturar a todos los cristianos de la ciudad. Se dice que una vez arrestados los cristianos en Roma, Nerón los vestió con pieles de animales. Los cubrÃa con pieles de animales. Y si eso no fuera suficientemente humillante, Nerón colocarÃa a los cristianos en áreas públicas para que todos los vieran mientras soltaba a perros feroces para que se comieran lo que creÃan que era un animal. Seres humanos vestidos de animales.
Otros cristianos fueron crucificados o fueron alimento para los leones durante los combates de gladiadores. Y sus cuerpos fueron utilizados como antorchas para iluminar el camino para las fiestas en el jardÃn de Nerón. Entonces, amigos y amigas, por un momento imaginemos las condiciones y los tiempos en los que estos cristianos romanos están leyendo este relato de Marcos. Se esconden para salvar sus vidas, buscando refugio en los espantosos hechos del emperador mientras tratan de exaltar el nombre de Cristo.
Definitivamente podrÃan identificarse con Cristo en lo que se refiere a ser perseguido en público por un crimen que no se cometió. Es en el Evangelio de Marcos donde estos creyentes romanos perseguidos pueden recibir aliento a leer acerca de su Salvador crucificado. Será en este relato del Evangelio que verán la necesidad de que Cristo tenga que sufrir por causa de los santos. Será a través de este relato del Evangelio que estos cristianos perseguidos tendrán los medios para mantenerse firmes en lo que creen en medio del terrible sufrimiento.
¿Por qué pueden hacer esto? ¿Por qué todavÃa se reúnen para adorar y leer las Escrituras sobre su Salvador? ¿Por qué han leÃdo que su Salvador no cedió en su sufrimiento? Entonces, ¿por qué ellos deberÃan de hacerlo? Uno podrÃa imaginar la soledad y el desamparo que enfrentaron estos creyentes romanos durante este tiempo. Esta narración del Evangelio de Marcos es diferente a lo que Mateo y Lucas exponen. Por ejemplo, el relato de Mateo comienza con un relato genealógico de Jesús como el hijo de David, el hijo de Abraham.
PodrÃa resultar evidente para un lector de aquella época y para algunos estudiantes de la Biblia de hoy que el Evangelio de Mateo está escrito para un público principalmente judÃo. El relato de Lucas se dirige al cristiano gentil. El objetivo principal de Lucas es comunicar al lector que este MesÃas prometido no es sólo el MesÃas de los judÃos, sino también el MesÃas, el MesÃas de los gentiles. El Evangelio de Lucas también es único porque trata la genealogÃa de Jesús antes de Abraham y llega hasta Adán.
En resumen, Lucas demuestra que Jesús es, de hecho, el segundo Adán, el ser humano perfecto, el prometido. El relato de Marcos, sin embargo, comienza de manera diferente. Su relato no se centra en el linaje o las costumbres judÃas. Y como dice el autor Scroll, sobre un comentario que hizo del Evangelio de Marcos, dice que podrÃa llamarse un documento testimonial, algo asà como un folleto que alguien entregarÃa para dar un resumen de la importante obra de Jesús.
Roguemos al EspÃritu Santo para que en la medida que avancemos en este relato del Evangelio, versÃculo a versÃculo, veamos el enfoque de Marcos en la persona misma de Jesús, tanto en su humanidad como en su deidad. Marcos apunta que veamos la realidad de que Jesús es quien afirmó ser el MesÃas. Con estos antecedentes en mente, retomemos el versÃculo 1. Principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Este Evangelio comienza con una declaración temática y comienza diferente a los otros Evangelios como hemos dicho.
Marcos abre este relato del Evangelio con un nuevo estilo literario de esos dÃas con respecto a los escritos del Nuevo Testamento, comenzando con un gran anuncio. Este es un gran anuncio. Este mismo anuncio con el que comienza Marcos marcará el tono para el resto del Evangelio. Comienza su relato diciendo Principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Notemos que la primera palabra de este libro puede parecernos familiar. Utiliza la palabra principio. La palabra que comienza aquà en el texto es la palabra griega arche.
Simplemente significa los orÃgenes o el comienzo de algo. De hecho, cuando regresamos al Antiguo Testamento comenzando en el libro de Génesis, las primeras palabras de este libro son en el principio. De manera similar, Juan comienza su relato también del Evangelio con el principio. No sorprende entonces que Marcos usara esta declaración de origen para dar fe de quien se trata realmente este Evangelio y su mensaje dentro de los relatos sinópticos. Mateo comienza su relato con un registro genealógico.
Lucas con el nacimiento de Juan Bautista. Sin embargo, Marcos comienza su relato de manera diferente, de cierto modo. Puede surgir la pregunta ¿Por qué Marcos siente la necesidad de comenzar con Jesús desde el principio? La respuesta está en quién ha creado Jesús. ¿A quién le escribe Marcos? Como lo que estábamos viendo al inicio. Cuando consideramos nuestro conocimiento previo, sabemos que Marcos está hablando a una audiencia predominantemente romana. El enfoque de Marcos no es apelar a los gentiles romanos a través de la ascendencia o las costumbres judÃas, sino más bien apelar al que.
¿Por qué Jesús debe ser el punto de partida de esta introducción? Esta oración temática aquà en el versÃculo 1 está llena de un hombre. Este comienzo de que Jesús sea el punto focal se centra en el hecho de que el mismo anuncio de Jesús es una buena noticia por sà sola. La palabra evangelio en griego es evangelion, que significa simplemente buenas noticias. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, dentro de la literatura griega, el término evangelion se usaba comúnmente para referirse a la victoria en el campo de batalla.
Este informe de victorias siempre fue enviado por un mensajero proclamando tal victoria al pueblo. En el mundo greco-rocomano, esta palabra siempre aparece en plural, es decir, una buena nueva entre otras. Pero en el Nuevo Testamento, esta palabra aparece en singular. La buena nueva de Dios es Jesucristo, junto a la cual no hay otra buena noticia que se le acerque. Por eso estamos aquÃ. Si no, no habrÃa lógica. Esta idea de buenas noticias no era un concepto del Nuevo Testamento.
De hecho, las buenas noticias siempre han estado conectadas bÃblicamente con el plan redentor de Dios con respecto a la venida y el gobierno del MesÃas. El profeta IsaÃas habla de estas buenas nuevas con respecto al acto salvador final de Dios de paz, buenas noticias y liberación de la opresión para el pueblo de Dios. Veamos lo que dice IsaÃas 52.7, y se los leo. Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que atrae o trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, el que dice a Sion, tu Dios reina.
El que dice hoy aquà a Olivos Verde, tu Dios reina. Marcos deja un claro punto al comienzo de su relato y es que el Evangelio más especÃficamente, la persona y la obra de Jesús es donde todo comienza. Jesús es el principio. La vida misma de Jesús habla del cumplimiento del gobierno, reino y plan redentor de Dios en la historia humana, plenamente realizado en una persona. Esta buena noticia no estuvo envuelta en una reforma polÃtica o una toma de control económico, como lo pensaban los judÃos.
Esta buena noticia está envuelta en una sola persona y su nombre es Jesucristo. A algunos podrÃa surgirle la pregunta, ¿cuál es el problema con respecto a Jesucristo y qué victoria hay en él? Brevemente, pero no completamente desglosada, brevemente, pero no completamente desglosada, se encuentra una realidad muy sucinta que se encuentra en la persona de Jesús y Pablo menciona por qué Jesús en su persona y en su obra es una buena noticia. Primera de Corintios 15, 1, Además, os declaro hermanos, os declaro, perdón, hay un error material.
Además, os declaro hermanos, el Evangelio que os he predicado, el cual también recibiste, en el cual también perseveráis, por el cual, asà mismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creéis en vano. Porque primeramente, os he enseñado lo que asà mismo recibÃ, que Jesucristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras y que fue sepultado y que resucitó al tercer dÃa conforme a las Escrituras. Jesucristo es el sustituto representante que toma nuestro lugar y, a cambio de su justicia, toma nuestra inmundicia para que podamos estar en buena posición ante Dios.
De eso se trata el sacrificio de Cristo. Profundicemos un poco ahora con el nombre de nuestro Señor y Salvador, Jesús, en estos dos tÃtulos especÃficos, Cristo e Hijo de Dios. El nombre de Jesús es hebreo y es una variación del nombre Yeshua, que transliterado significa Josué. El nombre Josué significa Dios es salvación. La gente tiende a pensar que el nombre Cristo es el apellido de Jesús, sin embargo, eso está lejos de la verdad. La palabra Cristo es un tÃtulo mesiánico, mientras que el tÃtulo Hijo de Dios es su posición divina.
Repito, la palabra Cristo es un tÃtulo mesiánico, mientras que el tÃtulo Hijo de Dios es su posición divina. Algunos de ustedes pueden estar familiarizados con este tÃtulo, ya que es más conocido como se da en la confesión de Pedro. Allá en la región de Cazarea de Filipo, en Mateo 16, la confesión de Pedro es motivada por una pregunta que Jesús hace a sus discÃpulos, y esa pregunta fue, ¿Quién dicen los hombres que soy yo? ¿Qué dicen los demás que soy yo? Los discÃpulos de Jesús proceden diciendo, bueno, algunos dicen que tú eres Juan el Bautista, que tú eres ElÃas, otros dicen que tú eres JeremÃas, o alguno de otros de los profetas que han venido.
Es entonces cuando Jesús hace una pregunta directa a sus discÃpulos, una pregunta que finalmente reveló su papel, tÃtulo y propósito. Él les dijo, ¿Y vosotros, quién decÃs que soy yo? Ustedes han estado conmigo, no me interesa lo que digan los demás, ustedes han estado conmigo dÃa a dÃa, han visto los milagros, han visto cosas maravillosas, entonces, ¿Quién soy yo para ustedes? Pedro, por el poder del EspÃritu Santo, en voz alta dice, tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo.
Es en ese momento señalado que el Padre le revela a Pedro la verdad de quién es Jesús con respecto a su tÃtulo mesiánico y su posición divina. Pero lo que no debemos perdernos es lo que le dice Jesús a Mateo después de su confesión. Entonces le respondió Jesús, Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló ni sangre ni carne, carne y sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Menciono la confesión de Pedro porque en última instancia ilumina la realidad de los hombres y mujeres que llegan a la verdad de quién es Cristo.
Nadie puede llegar a comprender quién es Cristo a menos que se le conceda verlo y conocerlo por la voluntad del Padre. Hermanos y hermanas, yo no alcanzo a Jesús, Él me alcanza a mÃ. Yo no soy tan carga. Sin embargo, Él en su infinita misericordia viene a mi encuentro porque el Padre me lo revela a través de las Escrituras. Esta podrÃa ser una de las razones por las que Marcos comienza su relato de esta manera. El enfoque de Marcos para su audiencia es conocer a la persona adecuada de Jesús.
Jesús no es simplemente un buen maestro. Jesús es mucho más que un profeta. Jesús es Dios que descendió, se envolvió en carne humana para revelar el reino de Dios mostrándonos el camino a través de su vida hacia el Padre. Siendo Jesucristo el comienzo de esta Buena Nueva, entra en juego la pregunta ¿Quién es el que da paso a este Rey Mesiánico? Como ocurre con cualquier gran anuncio, especialmente de este calibre, serÃa necesario que alguien anunciara esta noticia y preparara el camino para la victoria en la persona de Jesús que iba a entrar en escena.
Con estas cosas, dentro de su plan de salvación de Dios, no hay detalle que quede fuera de abordar. En Marcos, dice, como está escrito en IsaÃas el profeta, He aquà yo envÃo mi mensajero delante de tu faz. Voz del que clama en el desierto, preparar el camino del Señor en defesar sus sendas. Bautizaba a Juan en el desierto y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. El versÃculo 2 comienza con estas palabras, como está escrito en IsaÃas el profeta.
Marcos lleva al lector a lo que se dice que es una escritura del Antiguo Testamento por el profeta IsaÃas. Esta profecÃa del Antiguo Testamento se centrarÃa en la forma en que el MesÃas entrarÃa en su ministerio como medio para preparar su reino. Como se mencionó anteriormente, Marcos no es propenso a utilizar muchas escrituras o referencias del Antiguo Testamento debido a su audiencia. Sin embargo, lo interesante de su uso aquà es demostrar un punto muy claro del versÃculo anterior.
El punto es que la mención de que un MesÃas vendrÃa al mundo para salvar a su pueblo no era un mensaje o idea nueva. En todo caso, Marcos tranquiliza aún más a sus lectores sobre el porqué el primer versÃculo es tan declarativo. Este MesÃas prometido desde antaño es Jesucristo. El uso de las palabras de Marcos para su audiencia es nada más que brillante. Como cualquier buen escritor que hubiera comunicado detalles importantes a una audiencia en particular, desea escribir de una manera que se conecte con la audiencia de aquellos cristianos que estaban padeciendo en Roma.
Persecución, muerte, y muerte no muy agradable. Por ejemplo, si estoy tratando de comunicarle claramente a un niño de seis años un tema muy complejo, el objetivo es utilizar un lenguaje sencillo que articule adecuadamente el punto sin comprometer el contenido. De la misma manera, el uso que hace Marcos de la frase como está escrito en el versÃculo 2, que ahà lo tenemos, vamos a ver, como está escrito. Una fórmula autorizada que era bien conocida por su audiencia.
La frase que Marcos usa al comienzo del versÃculo 2 de la palabra griega, esta palabra tenÃa un peso autoritario que fue anunciado por un mensajero. Entonces, ¿qué estaba haciendo Marcos aquÃ? Marcos hace referencia a la profecÃa de IsaÃas para darle peso autoritario al mensaje que el Evangelio vendrÃa a llevar. Este mensaje es la realidad de que habrÃa un MesÃas que vendrá a salvar a su pueblo y el papel del mensajero será proclamar su camino. Pero antes de avanzar demasiado rápido, serÃa prudente que dediquemos un poco de tiempo a los versÃculos 2 y 3, para comprender y examinar la profecÃa más de cerca.
Si estamos familiarizados con las profecÃas de IsaÃas, nos daremos cuenta de que lo que Marcos registra como palabras de IsaÃas no son totalmente de IsaÃas. Lo que vemos en los versÃculos 2 y 3 es que Marcos está usando tres escrituras del Antiguo Testamento, como una cita combinada. Marcos usa Éxodo 20, MalaquÃas 3.1 e IsaÃas 4.3, que dicen He aquà yo envÃo mi ángel delante de ti para que te guarde en el camino y te introduzca en el lugar que yo he preparado.
He aquà yo envÃo mi mensajero el cual preparará el camino delante de mÃ. Vos del que claman en el desierto preparar camino a Jehová, enderezar calzada en la soledad a nuestro Dios. No es raro que los escritores del Nuevo Testamento combinaran las escrituras para enfatizar un punto. Si alguna vez usted ha sido estudiante universitario, al final de su carrera tiene que realizar una tesis. Y no porque usted diga esto es asÃ, la gente le va a creer.
El director de tesis y los lectores de tesis le van a pedir a usted que busque recursos primarios, secundarios y en ocasiones terciarios. Muy precisos. Nadie va a dar por cierto simplemente en lo que usted dice es cierto. De manera similar, Marcos usa el peso autoritario de estos profetas del Antiguo Testamento para señalar que vendrÃa un mensajero antes que el MesÃas apareciera en el escenario público. Pero algo que deseo que pongamos atención está en el versÃculo 1 de MalaquÃas 3.
Porque algo muy interesante sobresale en este texto. El cual preparará el camino delante de mÃ. Amigas y amigos, esto es grande. Y a veces nosotros dejamos pasar los detalles de la palabra. Lo que MalaquÃas está diciendo es que vamos a experimentar a Dios mismo viniendo y habitando entre nosotros. Él va a estar contigo y conmigo cara a cara. Para ejemplificar de alguna manera lo que el texto dice, recordemos a Moisés en el monte SinaÃ. Cuando recibe los diez mandamientos por parte de Dios.
Y antes de bajar, me permito parafrasear todo el contexto. Le dice Moisés, mira Dios, yo he estado aquà con vos hace un rato ya, hace unos dÃas he estado aquà con vos. ¿Me podrÃas mostrar tu rostro? Y Dios que le responde, no puedo mostrarte mi rostro porque cualquiera que vea mi rostro no podrá vivir. Pero te mostraré mi espalda Moisés. Y después que Moisés baja del SinaÃ, lo que sucede es que la gloria de Dios brilla en su rostro.
Tanto que la gente se escondÃa y no querÃa volver a verlo. ImagÃnense ustedes que magnitud de verle a alguien el rostro iluminado. Es grande. Lo que ahora nos muestra MalaquÃas es que Dios mismo envuelto en carne viene a la tierra y podemos verlo cara a cara. Y no moriremos pues porque él está envuelto en carne. Él es Emmanuel, Dios con nosotros. Una pregunta que surge de este contexto es ¿Por qué Marcos pone tanto énfasis en este mensajero o heraldo del MesÃas? ¿Por qué tiene tan peso profético? La razón es que esta profecÃa que aparece en MalaquÃas fue lo último que se dijo al pueblo judÃo sobre cómo vendrÃa el MesÃas.
Lo último. Después de que se escribió el libro de MalaquÃas. Se cerró. Y desde que se escribió esta frase hasta que aparece Juan el Bautista y aparece Jesús. Transcurrieron hermanas y hermanos más de 400 años. Es lo que se conoce como el periodo intertestamentario. Y como se puede imaginar parecÃa sombrÃo para muchos hombres y mujeres judÃos con respecto a esta esperanza. ImagÃnense no haber escuchado una sola palabra de Dios anunciada por sus profetas en más de 400 años.
La pregunta es ¿No estarÃa yo un poco desanimado? Yo no duro 400 años. Generaciones tras generaciones esperaron que esto se cumpliera. 400 años de absoluto silencio por parte de Dios. Entonces el hecho que en el versÃculo 4 Juan el Bautista llegue al lugar predicando y bautizando. Uno podrÃa imaginar que su presencia si despertó un interés nacional. Despertó el interés nacional porque el pueblo judÃo tenÃa en mente un mensajero diferente. El mensajero que tenÃan en mente se parecÃa al profeta ElÃas del Antiguo Testamento en cuanto a sus vestiduras y su dieta por decirlo de una forma.
Solo imaginémonos por favor hermanos de verdad imaginemos. Un hombre llamado Juan el Bautista vestido de piel de camello. Con un cinturón de cuero alrededor de su cintura, con una barba larga y lo que comÃa eran langostas y miel silvestre. Tiene un aspecto de un hombre loco ¿No es cierto? Seamos sinceros y probablemente usted y yo y aquellos que lo vieron probablemente hubiéramos pensado también este carajo la sacó del estadio. Sin embargo el nombre del mensajero en la profecÃa nunca se mencionó.
Nunca se mencionó y menos en el texto de MalaquÃas. Solo menciona la voz de uno como la última declaración profética del profeta de Dios antes de los cuatrocientos y más años de silencio. Según el profeta MalaquÃas 4.5 la escritura dice que ElÃas el profeta regresarÃa. Veamos lo que dice ese texto por favor. He aquà yo os envÃo el profeta ElÃas antes de que venga el dÃa de feo a grande y terrible. Hermanos, MalaquÃas menciona que este mensajero ElÃas el profeta regresarÃa antes del grande y terrible dÃa del Señor.
Y esos son detalles hermanos de verdad que tenemos que ponerle mucha atención. Para entender cuando regresarÃa fÃsicamente ElÃas a la tierra, porque asà está dicho, Debemos saber a qué se refiere esa frase de el dÃa del Señor grande y terrible. Esta frase hace referencia a los siete años de tribulación. Lo que significa que antes del inicio era tribulación. ElÃas regresará a la tierra con el propósito de restaurar los corazones de Israel. A la verdadera obediencia a la palabra de Dios.
Entonces queda claro porque los hombres y mujeres judÃos de esa época estaban experimentando una especie de discrepancia cognitiva entre ElÃas y Juan el Bautista. Juan el Bautista no se les parecÃa a nada al profeta que ellos estaban esperando. Juan el Bautista confesó que su ministerio no fue un cumplimiento de MalaquÃas 4. MalaquÃas 4 está registrado en el Evangelio de Juan. Más especÃficamente en Juan 1 del 19 al 23. Y para mayor claridad se los leo. Este es el testimonio de Juan.
Cuando los judÃos se enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen, ¿Tú quién eres? Confesó y no negó. Si no confesó, yo no soy el Cristo. Y le preguntaron, ¿Qué pues? ¿Eres tú ElÃas? Dijo, no soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió, no. Le dijeron, pues ¿Quién eres? Para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices tú de ti mismo? Dijo Juan, yo soy la voz de uno que clama en el desierto, que endereza del camino del Señor como dijo, como dijo el profeta Isaias.
Juan el Bautista deja evidentemente claro que su ministerio y misión es el cumplimiento de Isaias 40, como hemos repasado. Este cumplimiento de la profecÃa se refiere especÃficamente al de la primera venida del MesÃas. Fue la enseñanza judÃa de ese dÃa la que enfatizó el regreso de ElÃas antes de que el MesÃas regrese a escena, o ingrese a escena. Aquà radica la causa de toda la confusión y especulación que tienen los judÃos. El pueblo judÃo habÃa pasado por alto la profecÃa de Isaias 40, que predijo un precursor anónimo que vendrÃa antes del MesÃas.
Anónimo. Este malentendido, y al pasar por alto las Escrituras, podrÃa explicar por qué durante la Pascua JudÃa, queda una silla vacÃa en la mesa. La silla vacÃa está preparada para ElÃas, el profeta. Lo que hace suponer que el MesÃas para los judÃos aún no ha llegado. Están esperándolo. Esta confusión llevó a la gente a cuestionar la legitimidad de Jesús como MesÃas y al Juan el Bautista como su mensajero. Si fuésemos honestos, por un momento las preocupaciones de estas personas no eran diferentes de cómo usted o yo las hubiéramos respondido en aquel momento.
Sólo imaginémonos una vez más a un hombre vestido de piel de camello, con un cinto de cuero alrededor de la cintura, comiendo lagostos de miel de silvestre y con su larga barba llena de miel. ¿No le parece que, con todo respeto, y usted y yo lo hubiéramos visto, yo lo hubiera visto, que este hombre está loco? Lo que muchos anticiparon, incluido Juan, fue que este MesÃas en su venida vendÃa trayendo justicia, paz, libertad y juicio en su mano.
Sin embargo, antes de que llegue el juicio se da la oportunidad de arrepentimiento. Juan y otros no podÃan entender la razón por la cual Jesús estaba mostrando misericordia al pecador en lugar de un juicio inmediato, porque ese es el MesÃas que tenÃamos conocimiento. Que tenÃan desde el Antiguo Testamento, pero ahà estaba Jesús hablando con pecadores, sanando gente, en lugar de estar ejerciendo el juicio en contra de los opresores del pueblo judÃo. Hermanos, creo que esta es la belleza de comprender el amor inquebrantable de Dios.
El amor de Dios es misericordioso y su amor es paciente. Pero lo que dice, lo dice de una mejor forma, es Pedro, en el 3.9. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Podemos mirar a través del Antiguo Testamento y cada vez que pasó, cuando Israel no hizo lo que se suponÃa tenÃa que hacer. Israel, cuando uno lee los textos, es exactamente como yo me comporto.
Yo no sé ustedes, pero yo me comporto como Israel. El Señor me decÃa, regresen a mÃ, aquà estoy. No vuelvan a hacer eso otra vez, regresen a mÃ. Les voy a dar otra oportunidad, regresen a mÃ. Una y otra vez, gracia sobre gracia. La gracia viene aún más y en este caso particular, ¿qué es lo que nos está mostrando Marcos? Que Dios, a través de su Hijo, Jesucristo, se encontrará cara a cara con hombres y mujeres y a través de su vida, muerte, sepultura, resurrección y ascensión, volverá la vida a los corazones muertos por el poder del EspÃritu Santo.
Qué gracia es saber que el Padre permitirá a su Hijo soportar el dolor de la cruz al punto de la muerte, para que ustedes y yo, y los que han de venir, podamos disfrutar los gozos de la afiliación que nos conduce al Reino de Dios. Eso, hermanos, significa amor verdadero. Entonces, como cualquier gran escritor, Dios Padre brinda claridad al Redentor a través de Jesús, explicando a la multitud en Mateo 11, quién es Juan y por qué su mensaje es importante y verdadero.
Jesús menciona en Mateo 11, 14, una declaración aclaratoria, nuevamente se refiere a cómo los hombres reciben la verdad del mensaje de Dios. Y si queréis recibirlo, Él, refiriéndose a Juan, es aquel ElÃas que habÃa de venir, el que tiene oÃdos para oÃr, oiga. Jesús explica en este texto que Juan el Bautista era en realidad un tipo de ElÃas. Para decirlo claramente, el que estaba dispuesto a aceptar a Jesús como su MesÃas, también estaba dispuesto a aceptar a Juan como su ElÃas.
La realidad de aceptar este mensaje se basa únicamente en que el Padre revela esta verdad por su EspÃritu a aquellos a quienes ha llamado. Y aquellos a quienes el Señor llama recibieron este mensaje al responder al mensaje de Juan y al bautismo de arrepentimiento. El papel que desempeña Juan el Bautista como heraldo del MesÃas requerÃa una preparación de los corazones para recibir al Dios de Israel. Al MesÃas. Cada vez que un dignatario real o un delegado del extranjero llega a una ciudad, ustedes y yo hemos sido testigos de que antes de que eso suceda hay un protocolo de seguridad que se hace.
El personal de seguridad llega dÃas antes de que ese dignatario ingrese a ese paÃs. Llegan temprano para asegurarse de que todos los alojamientos y las cosas estén en orden para la llegada de ese lÃder. De esta misma manera Juan el Bautista al predicar el bautismo de arrepentimiento es preparar el corazón del pueblo para su Rey. Antes de concluir nuestra lectura de hoy, revisemos una parte muy importante de la profecÃa de IsaÃas sobre el desierto. Si hemos estudiado las escrituras, durante algún tiempo el desierto no deberÃa resultar un entorno familiar.
El desierto era tÃpicamente el lugar de encuentro entre Dios y su pueblo y sus profetas. Por ejemplo, Moisés vio la taza ardiendo en el desierto. Dios llamó a una nación para sà después de liberarla de Egipto. ¿A dónde? Al desierto. Incluso ElÃas fue atendido por cuervos en el desierto. ¿Pero qué más tiene la importancia del desierto como escenario? El desierto es donde Dios preservó a su pueblo durante 40 años. Es en el desierto donde Dios proporcionó alimento, maná.
Y los hijos de Israel vieron la poderosa provisión de Dios una y otra vez en el desierto. Por favor, imaginémonos el fuego en la noche rodeando el campamento de los judÃos y en la mañana una nube que cubrÃa el pueblo para que el sol no le diera. Eso es, hermanos, de verdad, señales de Dios y muestras del gran poder de Dios. A lo largo de las escrituras, el desierto es un lugar donde el pueblo de Dios se encontró poderosamente con Yahweh.
Asà que no es casualidad que después de 400 años de silencio, sin escuchar nada de Dios, de qué iba a hacer, Dios haya elegido introducir a su Hijo, su ministerio y su trabajo en escena, en un lugar con cierta familiaridad. La gente no esperaba que el misericordio viniera de esa forma. Ese es el asunto con los judÃos. Muchos hubieran esperado que habrÃan sido conducidos a Jerusalén o a algún lugar donde habrÃan estado con personas de renombre.
HabrÃan asumido que este anuncio se harÃa en un grupo grande de personas importantes, en un lugar muy común, por un destacado personaje, tal vez un fariseo, tal vez un saduceo, quiero decir un lÃder religioso del que harÃa este anuncio. Pero lo interesante es que Dios usa un hombre. Que vivÃa en el desierto, comiendo langostas y miel silvestre, predicando el mismo mensaje por seis meses consecutivos. El mismo mensaje todos los dÃas y a toda hora. Se habrÃa esperado que el MesÃas hiciera caer justicia y rectitud, pero venÃa como una persona mansa.
La gente no entendÃa de qué se trataba este MesÃas. Por el malentendido con respecto a las profecÃas y a la lectura de la Palabra. Es interesante que Dios tome las cosas más simples de este mundo para confundir a los sabios. El Evangelio no iba a llegar a los pasillos del SanedrÃn. Iba a ser iniciado en el lugar más improbable. Este reino mesiánico que estaba por llegar, llegarÃa de la manera que la gente menos esperaba. ¿No es interesante que nuestro gran Dios y Rey se encuentre con nosotros en los lugares más inverosÃmiles? Es interesante que cuando usted y yo nos hemos encontrado con el Evangelio de Cristo, probablemente nos hayamos encontrado en la situación más inverosÃmil, en un desastre personal y espiritual.
Y Dios nos encuentra. ¿Cómo me encontró en el desierto de mi vida? ¿Por qué se encontrarÃa conmigo en el desierto de mi vida? Él nos encontró en nuestro desierto porque según el texto del Antiguo Testamento, fue allà donde se ha encontrado con su pueblo desde un inicio. En un desierto fÃsico. Pero muchos de nosotros, me incluyo primero, pasamos por desiertos espirituales grandes. Un vacÃo enorme. Yo dirÃa y lo digo con todo respeto, cuando hay depresión es porque no hay Dios en nada en mi vida.
Soy tan importante que Dios no me sirve. Porque somos hermanos tan soberbios, me incluyo yo primero. Soberbios. Y Dios extiende su mano en el desierto de mi vida para que yo pueda apoyarme en él. Amigas y amigos, creo que esa es una imagen muy hermosa, para que veamos que a Cristo no le interesa que nosotros tengamos todo. A Él le interesa que nosotros veamos que Él lo tiene todo. Amén. Como ha dicho nuestro Pastor, Dios nos libre de concedernos todo lo que le pidamos.
Nos vamos, nos perdemos. Y en Él teniendo todo bajo su control. Cuando escuchemos el mensaje proclamado de que podemos llegar a esta verdad sabiendo de que este mensaje no va sobre tu espalda ni sobre mi espalda, sino sobre la espalda de MesÃas. SÃ, sobre la espalda de aquel que estarÃa sufriendo. Está sobre la espalda de aquel que serÃa azotado. Está sobre la espalda de quien arrancarÃa en la barba. Está sobre la espalda de quien serÃa golpeado hasta quedar irreconocible.
EstarÃa escrito en su espalda. ¿Por qué? Porque sólo Él era capaz de soportarlo. Estimadas amigos y amigos, es por eso que Marcos dice que este es el comienzo de las buenas nuevas. No hay otra buena noticia que deba anunciarse, que deba conocerse, de la que deba hablarse, sino de esta, que está aquÃ, el Evangelio de Jesucristo. Pero lo más importante es que el MesÃas que habÃa de reinar en victoria serÃa probado, burlado, crucificado y resucitado para que vivamos por Él y en Él.
Recordando estas palabras, eres digno de todo porque de ti son todas las cosas y para ti son todas las cosas porque sólo tú mereces la gloria. Si no conocemos a Jesús como MesÃas, como Rey de Reyes, como Señor de señores, el mejor Adán, el Santo de Dios, entonces estamos entendiendo mal quién es Él. Salgamos aquà entendiendo el mensaje de Juan, arrepentirnos para el perdón de nuestros pecados, para no perecer y alcanzar su misericordia eterna. El conocimiento de Jesús y Su persona sólo puede revelarse a través del encuentro personal con Él por la voluntad del Padre.
Hermanos, eso que estamos diciendo aquà es muy grande para nosotros, comprendámoslo. Estamos aquà reunidos porque el Padre de Su entera voluntad ha puesto en nuestros corazones la idea, el raciocinio de que Él existe y que el plan redentor de Cristo es para que usted y para que yo podamos entrar al reino de Dios. Padre, bueno, te damos gracias en esta mañana. Agradecemos tu atención. Si este material ha sido útil para usted, le rogamos lo pueda compartir.
Somos Olivo Verde, Cosa Rica.