The legend of the hummingbird tells the tragic love story of two young people from enemy tribes. Forbidden to be together, the girl is transformed into a flower while the boy becomes a hummingbird. He spends his days searching for the taste of her kisses on the petals, but has not found her yet.
La leyenda del colibrÃ, leyenda guaranÃ. Desde hace tiempo, los más viejos de la tribu cuentan la trágica historia del amor de dos jóvenes. La besa flor, morena, esbelta y de grandes ojos negros. Estaba enamorado de Agil, un joven inquieto, apasionado. Juntos solÃan pasear al atardecer por un bosquecillo cercano, a la orilla de un arroyo impetuoso y juguetón. Pero como los enamorados pertenecÃan a dos tribus enemigas, se veÃan poco, pues debÃan mantener su amor en secreto. Un dÃa sucedió lo que tanto temÃan.
Unos familiares de la joven descubrieron el romance y lo comentaron al jefe de la tribu. Desde esa tarde, Flor tuvo prohibido volver al lugar de los encuentros. Pasaron los dÃas, una y otra vez. Agil la buscó sin hallarla en la penumbra suave y tibia del bosque, hasta que la luna, atrenada por su dolor, le contó lo que habÃa sucedido y agregó. Ayer he visto otra vez a Flor, muy angustiada. Lloraba amargamente pues está desesperada. Quieren que se case con un hombre de su tribu y ella se ha negado.
El dios Tupá escuchó su lamento y se apiadó de su dolor. Mi amigo el viento me contó que Tupá la transformó en una bella flor. ¿En una flor? Dime, ¿en qué clase de flor? ¿Cómo puedo encontrarla? Ay amigo, no puedo decÃrtelo porque yo tampoco lo sé. Respondió la luna. El muchacho palideció y solicitó la ayuda de su dios. Tupá, tengo que encontrarla. Sé que en los pétalos de flor reconoceré el sabor de sus besos. Ayúdame a dar con ella.
Ante el asombro de la luna, el cuerpo de Agil fue disminuyendo cada vez más. Se hizo pequeña, pequeña, hasta quedar convertido en un pájaro delicado y frágil de muchos colores que salió volando rápidamente. Era un colibrÃ. Desde entonces el novio triste pasa sus dÃas recorriendo las ramas floridas y ves apresuradamente los labios de las flores, buscando una, solo una. Desde hace tiempo los más viejos de la tribu cuentan también que todavÃa no la ha encontrado.