Se cumplieron 20 años de las inundaciones más importantes de la ciudad de Santa Fe. Datos generales de las inundaciones, por ejemplo, cantidad de evacuados muertos, barrios inundados, etc. En la escuela normal funcionó un centro de evacuados, donde durante semanas se asistieron una cantidad de personas. Entrevistamos a la profesora de lengua y literatura Silvina Pizzerioli, docente de la escuela que colabora en el centro de evacuados. La profesora recuerda que ese dÃa estaba trabajando la mañana en la escuela normal y a la tarde habÃa ido a la escuela constituyente, pero no tenÃa ni un alumno.
Se tuvieron que quedar hasta las 16 horas para cumplir el horario. Luego de dos horas, la escuela ya estaba inundada. ¿Qué tal te realizaste? Estuve trabajando con los niñitos, los chicos más chicos. Nos habÃan asignado distintas tareas y en ese momento, bueno, con nuestra compañera, como también tenÃamos hijos chicos y tenÃamos juguetes y tenÃamos pelÃculas en VHS, dijimos, bueno, este es nuestro lugar. Asà que nos ubicamos en un salón que está al lado de la cantina, que en ese momento era el salón de...
¿Comunicación? SÃ, habÃa computadora. Bueno, y ahà habÃa televisor, entonces nos resultaba cómodo y, bueno, ese fue nuestro lugar de trabajo. También llevamos a los chicos al jardÃn o a los patios laterales, a los espacios abiertos donde podÃamos estar también para entretenerlos, que pasaran... Un buen rato. Por lo menos un buen rato, sÃ. ¿Cómo se organizaban para dividirse las tareas? En realidad los directivos, de acuerdo a la cantidad de horas que nosotros tenÃamos, nos fueron como asignando dÃas.
También nos preguntaban en qué querÃamos estar, pero hubo toda una organización institucional en esto. Entonces, bueno, éramos muchos los que estábamos acá, muchas personas evacuadas y muchos adultos que también trabajábamos y que podÃamos estar. Entonces, bueno, esa organización fue importante. ¿Pudieron ayudar al gobierno, o sea, para los evacuados? ¿O era todo donado? SÃ, se recibió ayuda, pero era mucho más la cantidad de donaciones que también llegaban, sobre todo en lo que era ropa. A quienes les tocó trabajar en la parte de ropero, entre comillas, asà se decÃa, fue un trabajo árduo porque, bueno, era clasificar la ropa por edades, por sexo, por talle, claro.
¿Y recibieron ayuda del gobierno? ¿Cuáles fueron? Alimentos, lo que recuerdo es alimentos. ¿Llegaban mucha gente al centro evacuado? SÃ, sÃ, fue uno de los centros más grandes y que también estuvo más cantidad de tiempo, digamos, habilitado, entre comillas, porque, bueno, a medida que la gente podÃa volver a sus casas, se iba yendo y acá siempre quedó mucha gente, estuvimos dos meses con gente. Y, sÃ, digamos, esto fue, digamos, la inundación como una sorpresa, si se quiere, porque fue repentino, si bien esto ya se veÃa, el gobierno decÃa que no, se iba a inundar la ciudad, pero ya habÃa muchos lugares a los que a la gente le llegó el agua a la casa.
Pero ese 29 de abril es como que de pronto, digamos, cuando entró a la ciudad, fue una catástrofe, porque empezó a llenarse, pero de manera muy rápida. Yo recuerdo que estaba en otra escuela, en ese momento también trabajaba en la Escuela Constituyente, habÃamos ido a la una, que era el horario de la tarde, y no tenÃamos un alumno, pero ya hacÃa varios dÃas que no tenÃamos alumnos. Ese dÃa no hubo nadie de los chicos y nosotros nos quedamos como hasta las 4, porque la directora nos pidió que cumpliéramos el horario y en ese momento dijo, bueno, ya a esta altura pueden irse.
Y ahà el agua llegó dos horas después, o sea, a las 6 de la tarde la escuela ya estaba inundada. Entonces esto es lo que yo te digo que fue como repentino, porque cuando ingresó ya no se pudo parar. Hay familias en el mundo y el agua subió en muy poco tiempo. Claro, fueron cuestión de horas. Entonces, bueno, imagÃnate toda esa gente que fue huyendo del lugar, tratando de buscar otro lugar donde estar. Era a la tarde horarios, digamos, de trabajo, entonces las familias, los adultos estaban separados.
Mi mamá venÃa de trabajar cuando me mandaron a casa. Mi mamá venÃa de trabajar y mis otros tÃos también estaban trabajando. Y se encontraron en mi casa y fueron a ver a los trabajadores de la Costa Hernández. Y ahà permanecieron un tiempo. Tuvieron suerte de estar juntos, porque muchos llegaron y a lo mejor no se encontraron con el resto de su familia. Eso fue también muy doloroso, porque la gente venÃa buscando a sus familiares y a lo mejor estaban en otro centro de evacuados, como vos decÃs.
La Hernández está cerquita de acá, la escuela, y a lo mejor algunos quedaron en el normal y otros allá. Y fue la época en que los medios de comunicación hicieron una gran tarea, sobre todo la radio. Nosotros tenÃamos, y estaba expuesto en la entrada el nombre de todas las personas que estaban en este centro. Y también habÃa personas de la escuela que tomaban esa asistencia. VeÃan si salÃan y si ingresaban, se tomaba el registro para saber exactamente quiénes estaban aquÃ.
Asà que esto de que vinieran preguntando por su familiar fue muy tremendo. ¿La comida ya venÃa hecha o ustedes la realizaban? No, acá hubo quienes... ¿Hubo un comedor? Claro. En ese momento trabajaba acá una maestra que, bueno, digamos, hacÃa comida. Asà que ella es como que llegó la banderada. No, estaba muy bien organizado el tema del comedor y sà trabajaban los profes o maestros en el comedor. ¿Se realizaban actividades de entretenimiento para adultos? Eso no lo recuerdo, vos sabés.
No sé si hubo entretenimiento para adultos. Creo que no. Bueno, solamente para niños, digamos. SÃ. Eran como los más vulnerables. SÃ, eran los más vulnerables. SÃ, con los adultos por ahà lo que hacÃamos era conversar. Por ahà nos sentábamos y charlábamos con algunas familias, pero no como una organización de entretenimiento. Porque además tampoco, bueno, no sé, yo te quiero decir, tampoco habÃa con qué, no sé. ¿Cuánto tiempo permanecÃan las personas en los centros? Y lo que te decÃa antes, dependiendo de su historia, porque ni bien podÃan regresar a la casa, se volvÃan.
Entonces a lo mejor cuando el agua empezó a bajar, los que a lo mejor el agua no habÃa llegado hasta el techo, sino a lo mejor 10 centÃmetros y ya habÃa bajado, volvÃan. Muchos también estaban a lo mejor parte de la familia acá y algunos se quedaban en los techos de sus hogares porque lo que querÃan hacer era custodiar las pertenencias, aunque todo estuviera bajo agua. Bueno, era su lugar. Claro. Entonces, claro. Era un poco de miedo, digamos.
SÃ, o se relevaban. VenÃa alguien que quedaba allá cuidando aquà y de acá se iba otro familiar y se quedaban en el hogar. No, porque eso con las preguntas, no sé si quieres agregar algo más. No, que fue un momento muy triste para la ciudad que marcó a todo el mundo, que, bueno, habla un poco de la desidia del gobierno, y claro, de la inoperancia del momento que costó mucho volver, digamos, como a la normalidad. Aquellos que fueron directamente afectados, les llevó muchos años, y esto de volver a la normalidad es volver a la rutina, pero, digamos, es una herida que siempre va a estar.
SÃ, porque, digamos, el gobierno se olvidó por cierta parte de la provincia, lo cual, como dijiste, se venÃa a venir eso. Claro, claro. No pudieron, podÃan prevenirlo, pero no, no sé. SÃ, sÃ, fue parte de una obra que supuestamente habÃa sido terminada y no se terminó, que se inauguró sin haber sido terminada, pero bueno, digamos, las cuestiones, viste, polÃticas a veces van por otros, por otros caminos. No, no, más que nada también se recuerda por ese tema, por el tema polÃtico, más que...
SÃ, o sea, fue muy grave el tema de la indignación, pero se recuerda más para que no vuelva a suceder lo mismo en la provincia. SÃ, sÃ, no, yo dirÃa que sÃ. SÃ, sÃ, no, yo dirÃa que también no es solo polÃtico, sino porque mucha gente fue afectada, pero muchÃsimas. Y bueno, es parte de nuestra historia, es parte de, digamos, esto de decir, tenemos que seguir recordando para que, como vos decÃs, para que no vuelva a pasar.
SÃ. Fue triste, pero la solidaridad, la solidaridad con la gente, para que, como vos decÃs, para que no vuelva a pasar. SÃ. Fue triste, pero la solidaridad fue mucha. Y eso también es otra de las cosas que hay que también valorar, porque, bueno, salió el ciudadano a darle una mano, sÃ, al otro que lo necesitaba, eso es importante. Somos Gordo MarÃa y Janela Gómez. Esperamos que les haya gustado.